Puerta grande para El Fandi, Perera y Ginés Marín en el inicio de Palencia

El Fandi, que ha cortado tres orejas, junto a Perera y Marín, que han paseado dos trofeos cada uno, han sido los triunfadores de la primera corrida de toros de la feria de San Antolín en Palencia.

A pesar de los trofeos cortados, poca historia tuvo la primera parte en el arranque de feria. No se confió El Fandi con el primero de la tarde, al que recibió con cuatro largas cambiadas de rodillas. El toro, de embestida incierta, hizo que el granadino anduviera excesivamente precavido en una faena de oficio que no pasó de discreta.

Perera exhibió su firmeza con el segundo, zancudo y cuesta arriba, que cobró un severo puyazo, llegando al último tercio sin clase en la embestida y soltando la cara. Muy por encima de su oponente, Perera se impuso bajándole la mano en una labor sin fisuras. Feo resultó el metisaca con el que lo despenó.

Le faltó materia prima a Ginés Marín en el tercero, que tuvo clase pero muy pocas fuerzas, rozando la invalidez desde que salió de toriles. Imprimió suavidad Ginés en la muleta, pero no le podía bajar la mano. Muy seguro con el acero, lo que le valió un trofeo.

Muy jaleado por el público el tercio de banderillas del Fandi en el cuarto, vistoso y variado, se animó con un cuarto par al violín de dentro afuera, consiguiendo arrancar la mayor ovación de la tarde hasta ese momento.

"Limpito" ofreció buen juego en la muleta, embistiendo con transmisión, nobleza y recorrido, y el granadino corrió bien la mano sobre la diestra, pero acelerado, le faltó reposo. Por el izquierdo, dejó algunos naturales estimables, eso sí desde la periferia.

Cuando parecía terminar la faena, El Fandi se separó unos metros y pidió ostensiblemente música, dando paso al repertorio populista, echándose de rodillas. Aprovechando las rebajas de verano, el presidente concedió dos orejas y la vuelta al ruedo al toro.

El quinto fue devuelto al estar descoordinado. Perera inició la faena del sobrero en los medios, con un pase cambiado por la espalda, luego sobre la diestra se lo dejó venir de lejos al de Montalvo, que tuvo nobleza y recorrido pero le faltaba chispa en la embestida.

Al echársela a la zurda sufrió una fea colada, no le importó al extremeño, que sacó buenos naturales para volver de nuevo a la derecha. Ya en la corta distancia terminó de exprimir la últimas embestidas de su antagonista. Para sorpresa de todos, le dio varios circulares de rodillas en el epilogo del trasteo. Muy contundente con la espada, no dejó escapar el triunfo.

A por todas salió Ginés Marín en el sexto -sus compañeros de cartel ya tenían el pasaporte para salir por la puerta grande- al que inició la faena de rodillas en la segunda raya. Deslucido el rajado Montalvo, sin clase en la embestida y parado, no le permitió a Ginés redondear pese a intentarlo por activa y por pasiva. No le quedó otra que meterse entre los pitones con un arrimón para intentar robar las destempladas embestidas.