Rafael de Julia deslumbró al natural en tarde sin espada en Las Ventas

Para abrir boca, un enjuto Rafael de Julia se fue a recibir al primero a porta gayola, hilvanando después varias verónicas volcándose en las embestidas por el pitón izquierdo. En el caballo el de Concha y Sierra hizo sonar el estribo en el primer encuentro, y se fue en el segundo.

Firme y con destellos de gran elegancia resultó la faena de Rafael de Julia, que intentó limpiar los muletazos por el derecho, lado por el que el toro punteaba, y más nivel alcanzó al natural, descolgado de hombros y con momentos de gran torería, jaleados con el rotundo "bieeeen" de Madrid.

En suma, una actuación que iba camino de posible premio, pero que descarriló por el mal uso de la espada.

De Julia repitió inicio de rodillas frente a la puerta de chiqueros en el cuarto, de Castillejo de Huebra, toro ganador del desafío, que cumplió en el caballo montado por David Prados, premiado como mejor picador.

Y tras un expuesto tercio de banderillas de Andrés Revuelta -mejor brega- y Jesús Robledo, el madrileño volvió a repetir el patrón seguido en su primera faena, aunque en este el nivel alcanzado fue superior; fogonazos de toreo excelso al natural, y sabrosísimos remates en forma de cambios de mano o trincherillas, con el cenit de una tanda con la zurda extraordinaria, de trazo largo, mano baja y mentón hundido en el pecho, sorteando la protesta del de Castillejo de Huebra, que humilló pero también punteó.

Lo que no fue de recibo, de nuevo, fue la colocación de la espada, por la que perdió una oreja de peso. O puede que dos.

El segundo, de Palha, hizo una buena pelea en varas. En el primer puyazo apretó y se quedó, y en el segundo se arrancó alegre. Y claro, un sector de la plaza, que quería ver más pelea en varas, protestó al pedir Ángel Sánchez el cambio de tercio tras el segundo encuentro.

No tomó fuerza el trasteo de Sánchez, que tuvo que bregar con el molesto punteo del de Palha, que tropezó tela con brusquedad, y con las embestidas a media altura sin transmisión, amén de con cierta hostilidad puntual del tendido.

El quinto, de Pedraza de Yeltes, apuntó cierta clase sin terminar de humillar además de fuerza medida, y aunque acudió tres veces al caballo, no se le castigó en exceso. Sin embargo en el último tercio sus acometidas se agriaron y acortaron. Lo que no varió fue la ausencia de humillación. Angel Sánchez lo intentó sin opciones y lo mató muy dignamente.

El tercero, de Partido de Resina, pesó 631 kilos, fue aplaudido al hacer acto de presencia en el ruedo, y recibió tres buenos puyazos de Francisco de Borja, resultando mejores primero y tercero. Sin embargo la faena de su matador no fue brillante.

Dubitativo y falto de confianza, Amor Rodríguez anduvo a merced de las acometidas algo broncas de su antagonista, las cuales no supo apaciguar. Y tampoco anduvo fino ni confiado con el descabello, sonando el tercer aviso cinco segundos antes de que el toro doblara.

El sexto, de Salvador Gavira, fue protestado por blando, pero se mantuvo en el ruedo, y ante él Amor Rodríguez, con un ambiente a la contra, anduvo con mayor decisión que en el tercero, robándole algun natural de buen trazo a media altura como único detalle a destacar, porque con el acero -esta vez el estoque de matar- a volvió a dar un mitin.

El ejemplar de Castillejo de Huebra fue elegido el mejor toro, y el picador David Prados y el banderillero Andrés Revuelta, mejor picador y mejor brega respectivamente.