10ª FERIA DE SAN ISIDRO

Revista de prensa: Reconomientos a Luis David y a 'Ombú'

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Luis David Adame en el inicio de faena a Ombú, el notable de toro de Juan Pedro Domecq

Redacción Toros

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"El temple de Luis David ante la superclase de ‘Ombú’", por Sixto Naranjo (COPE.ES)

“Ombú” fue el premio gordo de la corrida de Juan Pedro Domecq. Un precioso jabonero de perfectas hechuras que fue todo un superclase. Nobleza, ritmo, profundidad y fijeza, mucha fijeza en los engaños. Como muchas, y todas buenas, fueron las cualidades que adornaron al toro del hierro ducal. Y enfrente un templado Luis David Adame.

"Luis David Adame, a la dulce sombra de «Ombú»", por Andrés Amorós (ABC)

El tercero, un bonito jabonero, se llama «Ombú»: es el nombre del árbol patrio argentino; en guaraní, significa «bella sombra», porque es el único cobijo para los dulces sueños de los gauchos, en la pampa. Este «Ombú» da un juego excelente, aunque no le sobren las fuerzas; embiste con prontitud, alegría y nobleza.

"'Ombú' es nombre de toro bravo", por Zabala de la Serna (EL MUNDO)

Dormía la plaza en aquel sueño hasta que apareció Ombú. Qué nombre más rotundo para tanta belleza. Una pintura jabonera, un cromo de armonía veragüeña. El toro cincelado por Dios. Habitaba en su interior la bravura, la casta envuelta de calidad. De principio a fin con la boca cerrada. Ese tópico que se hacía verdad. 

"La ambición de Luis David y un toro con estrella", por Patricia Navarro (LA RAZÓN)

Toro bravo, encastado y bueno, que exigía, porque tenía la embestida profunda y pedía que las cosas se le hicieran perfectas. Tuvo mérito todo, porque no era toro simplón sino importante. La faena se vivió con los tiempos templados, costó meterse en ella. De hecho, hubo que esperar a las bernardinas del final para que la cosa explosionara.

"Luis David, ilusión y fortaleza", por Antonio Lorca (EL PAÍS)

Pero salió Ombú, un precioso toro jabonero, que empujó en el caballo, galopó en banderillas y llegó a la muleta con una movilidad y una clase excepcionales. No era un toro fiero, sino artista y nobilísimo, pero hondo y exigente en la muleta. Luis David le cortó una oreja y se la ganó a pulso con entrega y pundonor.

"El mexicano Luis David consigue una sola oreja de un gran toro de Domecq", por Paco Aguado (EFE)

Esa solitaria oreja se antojó escaso premio no tanto a su voluntarioso trabajo sino en comparación con el aún mayor que el toro le puso en bandeja con la calidad, repetición y largo recorrido de sus embestidas, merecedoras de un toreo de más calado, hondura y reposo que el que encontraron en las manos del joven azteca.

"Luis David se asoma al paraíso con 'Ombú'", por Juan Diego Madueño (EL ESPAÑOL)

Inteligente Adame para no tirar demasiado, suave, templado; justo Ombú, con una embestida súper clase. Al natural no se confío Luis David en la primera tanda, se quedaba un poco debajo el toro. Había que llevarlo. Del gateo robó dos o tres. La arrucina elevó de nuevo la faena y ya mantuvo el vuelo hasta la siguiente tanda de naturales, esta vez sí, lo mejor. 

"Viene para quedarse", por José Miguel Arruego (MUNDOTORO.COM)

Los más respondones argumentarán que le correspondió el mejor ejemplar de una corrida de Juan Pedro que tuvo mejores hechuras que fondo, pero a ese 'Ombú' (uno de los toros de la feria), había que hacerle las cosas con milimétrica precisión. Cualquier desajuste en forma de tirón, desarme o enganchón hubiera violentado a un toro bravo por encima de todo cuyo temperamento amenazaba con subirse a las barbas de su joven lidiador.

"Luis David reclama su sitio", por Gonzalo I. Bienvenida (APLAUSOS.ES)

El incio de la faena de Luis David Adame fue por ajustados estatuarios sin enmendar la posición. La siguiente tanda fue un trámite para que se acoplasen toro y torero. A partir de ahí el mexicano supo aprovechar el temple y la humillación del juampedro ligando tandas por los dos pitones, especialmente por el derecho.

"Dos trienios de menos", por Marco Antonio Hierro (CULTORO.COM)

Pero agarró a Luis David este día con los trancos cambiados, la juventud en puntas y el oficio muy en flor. No es malo que ande así un torero tan joven, pero hay que contar con los riesgos. Y uno de ellos se tornó realidad hoy, cuando salió Ombú por la puerta de chiqueros y aseguró que iba a embestir.

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