15ª FERIA DE SAN ISIDRO

Revista de prensa: La vuelta al ruedo de David Mora como clavo ardiendo

Consulta en cope.es las crónicas publicadas sobre el decimoquinto festejo de la Feria de San Isidro.

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Redacción Toros

Publicado el - Actualizado

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"Una vuelta al ruedo como mal menor", por Sixto Naranjo (COPE.ES)

El epílogo, por alto y ligado a un pase del desdén fueron los momentos más logrados del conjunto. Caída cayó la espada, letal. Algunos hasta pidieron la oreja. Otros hasta aplaudieron al toro. Ver para creer. Así que con los tendidos divididos, David Mora dio una más que discutible y discutida vuelta al ruedo.

"Más nubes plomizas que arte en San Isidro", por Andrés Amorós (ABC)

Pasó la tormenta pero el cielo está muy cubierto. Los tres diestros que actúan pertenecen a la línea estética. Los toros de El Ventorrillo, serios y con pitones, son bruscos, complicados. (Algo mejor, el de Valdefresno). Sólo David Mora logra rozar el triunfo.

"Una losa de historias inconclusas", por Zabala de la Serna (EL MUNDO)

Como siempre, Mora fluyó mejor al natural. Erguida la figura, suelto el trazo. Salpicado con algunos pases del desprecio luminosos. Como el que epilogó el broche de ayudados por alto. El espectacular y fulminante zambombazo con la espada nubló al gentío para analizar su colocación rinconera. Y desató los pañuelos sorpresivamente. La vuelta al ruedo también fue una sorpresa.

"Un ajuste de cuentas, y poco más", por Patricia Navarro (LA RAZÓN)

Sereno y centrado se mostró Mora en todo momento y así se fue ganando al público. La estocada se le fue un poco abajo. Se le pidió la oreja y la cosa quedó en vuelta al ruedo. Más allá de los premios hubo cosas de buen profesional. Centrado.

"Héroe o artista", por Antonio Lorca (EL PAÍS)

La corrida de El Ventorrillo no fue nada del otro mundo en cuanto a bravura y calidad, pero sí fue exigente; tanto los dificultosos como los más nobles: unos por su áspero genio y otros por su aparente sosería. Y con ninguno de ellos sobresalió ningún miembro de la terna, ni por su decisión de jugarse la vida ni por su inspiración artística.

"Ni la vuelta al ruedo de David Mora salva otra tarde de previsible tedio", por Javier López (EFE)

Superó la superstición y el trago Mora de verse otra vez ante un "ventorrillo", aunque a este tercero de corrida le faltara clase y recorrido para ayudar a desarrollar las buenas intenciones del madrileño, que quiso mucho, sí, pero al que le volvió a faltar más convicción para no dar la sensación de estar constantemente en el filo de la navaja.

"La maldición de Madrid: David Mora da una optimista vuelta al ruedo", por Juan Diego Madueño (EL ESPAÑOL)

El mérito de David Mora fue tragar con todo sin que se notara mucho. Salir indemne del embrollo. El toro perdió ese picor y al natural, se relajó algo. La estocada tuvo una muerte espectacular. Madrid es muy respetuosa con este torero; la insuficiente petición dio lugar a una vuelta al ruedo, bueno, digamos que optimista.

"La clase media del toreo se queda donde está", por Carlos Ilián (MARCA)

Toros y toreros han pasado por la plaza de Madrid en una demostración de mediocridad absoluta. El cartel, de la clase media del escalafón de matadores y de la clase intermedia de las ganaderías ha confirmado eso mismo: que son clase media, o para aclarar: clase mediocre.

"El libro de familia", por Ismael del Prado (MUNDOTORO.COM)

Parecía estar en un tentadero. David Mora toreó con el convencimiento, el aplomo y la solvencia natural a un cinqueño rebrincado, reponiendo con genio. Aplicó en este tercero una máxima fundamental en el toreo frente a la violencia, nada de violencia. Faena importante que fue premiada con una vuelta al ruedo.

"Vuelta al ruedo de David Mora en una tarde muy plana en Madrid", por Gonzalo I. Bienvenida (APLAUSOS.ES)

El toro desarrolló en noble pese a su recto viaje. Mora encontró el empaque por momentos. Las salidas de la cara del toro tuvieron solemnidad. La contundente estocada cayó un punto desprendida pero fue de efecto instantáneo.

"El truco del almendruco", por Javier Fernández-Caballero (CULTORO.COM)

Una vuelta de consolación fue el fruto de Mora por aguantarle al tercero, el toro con la movilidad que emociona a Madrid pero sin la clase que necesita también esta plaza. Fue quedarse quieto el ingrediente del toledano para aguantar la brusquedad encastada del ventorrillo.

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