ALBACETE

San Pascual Bailón

Diego Carretero cortó una oreja para la estadística, Sergio Serrano dio una vuelta tras pinchar una buena faena. Andrés Palacios dejó buenos apuntes.

Sergio Serrano firmó los mejores muletazos del festejo de Albacete ante el quinto toro de Torrestrella

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Hay un libro llamado “El árbol de la ciencia” de Pío Baroja donde en un capítulo titulado “La Venancia”, se narra que una humilde criada tenía una filosofía acerca de la vida que consistía en que hay un Santo en el cielo llamado San Pascuál Bailón y que baila delante del Altísimo y de esta forma al que tiene buena suerte cada vez le da “más, más y más” y al que tiene desgracias o la suerte le resulta esquiva, también le da “más, más y más”. Pues viene como anillo al dedo para narrar lo sucedido en el día de hoy en la plaza de toros de Albacete. La corrida de “Torrestrella” aunque lidió algún toro con opciones en la muleta, no fue un dechado de casta y bravura, ni mucho menos. Palacios tuvo dos toros a contraestilo, Serrano echó por tierra con la espada una buena faena mientras que Carretero tuvo más voluntad que acierto. La feria no remonta y cada vez quedan menos balas. San Pascual Bailón y su baile, ¿recuerdan?

La terna salió a saludar nada más terminar en paseíllo y Andrés Palacios e Industrioso de El Ventorrillo fueron los encargados de inaugurar el festejo, un toro que salió al revés de chiqueros y que, tras saludar a los banderilleros en el burladero del tendido dos, salió a su aire de la larga cambiada de rodillas que le instrumentó Palacios. El toro quería irse hacia tablas al término de las verónicas y a pesar de ello, Andrés intentó componer la figura y recogerlo en casi todos los lances. En varas hizo una pelea de mentirijillas ya que pareció entrar con brío para desinflarse y empujar finalmente con un pitón, dejándose pegar al final. El quite por chicuelinas de Palacios finalizado con media no pasó de correcto. En banderillas, primer y segundo par fueron de rápida ejecución mientras que el último fue errado por levantar la cara al final el toro. La faena empezó a pies juntos por alto en tablas del tendido uno para intentar torearlo al natural en los medios, luego en chiqueros y terminar en terrenos del cinco. Palacios propuso toreo por bajo, con varios naturales y trincherazos de buen gusto,  pero el toro estaba más pendiente de rajarse e irse a tablas que de estarse por la faena, nunca mejor dicho. El pitón derecho tampoco aportó nada al ser de corto recorrido y yendo con la cara alta. Lo mató de pinchazo soltando, pinchazo y estocada trasera.

El cuarto llamado Chulapón se empleó lo justo en la buena proposición a la verónica de Palacios. En varas, tras rectificar el errado puyazo, hizo sonar sinfonía del estribo al cabecear repetidamente. Se dolió en banderillas y demostró que no iba sobrado de casta, ni mucho menos. Tras las probaturas iniciales genuflexo, hubo dos series a media altura con poco que rascar, con desarme la segunda. Al natural, porfió Palacios y mostró que tampoco se podía hacer demasiado. Más insistencia de nuevo por ambos pitones y el toro ni quería ni podía. El gesto cariacontecido del torero fue más que revelador. Se fue a por los aceros y pinchó soltando, pinchazo hondo y estocada trasera y atravesada, con rueda de peones, y un golpe de puntilla.

El segundo de la tarde denominado como Regidor fue recibido por Sergio Serrano a portagayola y casi resultó atropellado el torero albaceteño. El local se levantó decidido y lo veroniqueó con decisión, lo que fue celebrado por el público manchego. La pelea en varas estuvo lejos de cumplir, siendo el quite posterior con más voluntad que acierto. En banderillas se pareó con lucidez, desmonterándose Francisco Javier Ramos “Caco” y David Gómez. Serrano empezó por bajo con doblones, yéndose a los medios con una serie a derechas con un enganchón y dándole salida al natural con el de pecho. Al natural el trasteo fue irregular ya que se alternaron algunas series sin demasiado ajuste con otras como, por ejemplo, una a pies juntos más reunida. Avanzó la faena y siguió a derechas e izquierdas intentándolo con sensación de resultar todo un tanto desestructurado, con muchas ganas, eso sí. Lo mató de metisaca bajísimo y perdiendo la muleta, pinchazo, media atravesada con desarme que terminó escupiendo y un descabello.

Y el quinto Candelito también fue recibido a portagayola y luego a la verónica un tanto apretado ya que se acortó en exceso el embroque, con idéntico resultado para llevarlo al caballo. Tras puyazo rectificado, pasó de puntillas por el peto. En banderillas tardeó y midió sus arrancadas. Serrano brindó al público y el toro pareció afligirse de todas todas y la obra fue un conjunto donde Sergio proponía y el toro más bien descomponía. Pero el torero no se arrugó y coincidiendo con el sonar de la música sumando el descubrimiento de un buen pitón izquierdo, vimos lo mejor de la tarde: series al natural abandonándose donde el segundo pase rayó a gran nivel, abriendo el compás pero toreando por bajo lo que le dejó ligar. Cambió a la diestra y el tono no subió, lo que sí sucedió a izquierdas en el tercio del tendido uno, donde abrochó una faena con picos altos de interés. Cuando se hacían quinielas sobre si sería de una o de dos orejas, erró con la espada al matar de dos pinchazos y estocada, dando una vuelta al ruedo.

En tercer lugar saltó a la arena Lana Blanca, también recibido con una larga cambiada en tablas del tendido dos. En el peto, tras topar con un pitón, se durmió el toro. El quite por  chicuelinas rematado con la media lució poco. En banderillas acudió con un punto rebrincado. Carretero brindó al respetable y tras el inicio, a derechas hubo algún toque, citó a media distancia y se vio una serie con más forma que fondo, una más sin reposo ni poso, y es que la transmisión del toro brillaba por su ausencia, se movía pero sin clase ni casta. La cosa se vino abajo definitivamente en el tercio del ocho, con un desarme en una serie que no elevó el tono de lo visto. Intentar sacar agua de un pozo seco, en resumen. Mató de pinchazo soltando, pinchazo hondo que terminó escupiendo y estocada.

Cerró plaza Pocosol y se movió en el capote de Carretero, siendo el resultado sin demasiado que llevarse a la boca. El picador lo cogió con acierto y empezó el toro empujando para terminar saliendo a su aire desentendiéndose. En banderillas, un trámite. Carretero su puso, qué duda cabe, pero entre que el toro terminaba el muletazo con la cara alta, algún toque de muleta, y la poca casta y carestía de bravura del toro, nunca se logró un conjunto para el recuerdo más allá de justificarse. Era lo que había y lo que tocaba hacer. Mató de estocada trasera y contraria, siendo prendido tras dejar el estoque de forma espectacular y temiéndose lo peor, quedando el terno y rostro del torero cubiertos de sangre del toro, y se concedió una oreja tras minoritaria petición como generoso trofeo a una tarde un tanto gris de Carretero.

Albacete, 15 de septiembre de 2019. 7ª de Feria. Dos tercios de entrada.

Cinco de 

 y uno de 

(1º), bien presentados aunque casi todos mansos y bajos de casta, excepto el quinto, con un pitón izquierdo con opciones.

Andrés Palacios, palmas y ovación.

Sergio Serrano, ovación y vuelta al ruedo.

Diego Carretero, silencio tras aviso y oreja.

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