2ª FERIA DE SAN ISIDRO

La sangre de Arturo Gilio ante una extraordinaria novillada de Los Maños

Notable novillada del hierro zaragozano de Los Maños con ejemplares nobles y con opciones. El mexicano Arturo Gilio fue herido por el quinto.

Momento del percance sufrido por el novillero Arturo Gilio ante el quinto novillo de Los Maños

Sixto Naranjo Sanchidrian

Publicado el - Actualizado

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Tres novilleros debutantes, tres historias para la primera novillada de la Feria de San Isidro celebrada este lunes en Las Ventas. Y enfrente, una novillada de Los Maños que fue todo un ragalo. En el tipo de la ganadería, aunque con desigualdades en las hechuras y las caras. Pero con un fondo de nobleza extraordinario y con muchos matices en las embestidas que tuvieron los seis ejemplares. Desde la clase del primero y segundo, la boyantía del tercero, la humillación del cuarto, la nobleza dentro del contado poder del quinto y la bravura del sexto en el caballo. Todos tuvieron sus opciones. Otra cuestión fue su aprovechamiento por parte de los debutantes.

Sin montera saludó Carlos Domínguez al abreplaza, un animal muy astifino que no estuvo sobrado de fuerzas desde que asomó por toriles. Sin embargo, su casta hizo que se viniese arriba y sacase la nobleza y clase que tuvo a la hora de tomar los engaños. El novillero pacense mostró un gran concepto del temple. Especialmente en una inicial tanda a derechas donde llevó con pulso y largura la embestida del novillo. Fue la serie más compacta ya que después el trasteo navegó entre más desigualdades. El novillo acabó aburrido de regalar buenas embestidas y comenzó a salir más desentendido de los engaños en el tramo final de la faena. Un pinchazo suelto y una estocada desprendida dieron paso a una ovación para el utrero de Los Maños en el arrastre y a unas tibias palmas para el novillero.

El cuarto tapó su escaso perfil de cara con más kilos en su anatomía. Hizo una buena pelea en varas en los dos puyazos que tomó y después, humilló y se desplazó con claridad en la muleta. Domínguez se volvió a mostrar templado y vertical en su concepto. Sin embargo, algo no se añadió al guiso porque el conjunto no llegó a explotar del todo. Quizá tirar más de la embestida. Todo muy pulcro, demasiado. La estocada viajó tendida y atravesada y después llegó un apagón importante con el descabello.

Más descarado de pitones, pero más vareado de carnes saltó el segundo, con el que hacía su presentación Arturo Gilio. Ya antes, en el primer novillo, había dejado su impronta en un ajustado y templado quite por gaoneras. Éste de Los Maños fue a más durante la faena y acabó embistiendo con largura y profundidad por ambos pitones. El mexicano dejó series de limpio trazo, todo muy correcto, pero al conjunto le faltó rotundidad y apostar de verdad por bajar la mano al novillo. Cuanto más alargó la faena, más se vieron las cualidades del ejemplar. Dejó una estocada atravesada al primer encuentro. Novillo y novilleros fueron ovacionados.

De rodillas en el tercio comenzó Gilio su faena al quinto. No era lo más indicado por la endeblez del ejemplar de Los Maños. Después, a base de temple y firmeza, extrajo un par de tandas de buen corte por el pitón derecho. Le costó centrarse con la zurda, pero cuando lo hizo, ligó otra buena serie por ese pitón. Labor seria y entonada que elevó la nota media de su paso por Madrid antes de ser prendido por la pantorrilla izquierda al epilogar la faena. Quiso mantenerse en el ruedo. La sangre brotaba abundantemente por la pantorrilla y tuvo que ser conducido en volandas hasta la enfermería. La ovación final aquilató el debut de Gilio en Madrid.

El tercero, sin la clase excelsa de los dos primeros, también tuvo nobleza y boyantía en el último tercio. Guillermo García Pulido debutaba en Madrid, aunque ya había toreado en el festival del 2 de mayo del pasado año. El antiguo alumno de la Escuela de Madrid estuvo correcto, sin más. Demasiado academicismo ante un novillo que pedía más fibra. Un feo espadazo trasero y caído tumbó sin puntilla al animal, que se llevó su ovación camino del desolladero.

Bravo en el caballo fue el sexto, un negro salpicado que se empeñó con nobleza cuando se le mandaba de verdad. No todas las veces que lo pasó de muleta García Pulido fue así. Ya mediada la faena hubo una tanda más reunida y ligada. Un oasis dentro de un conjunto algo desangelado. Lo avió de un pinchazo y una estocada desprendida.

Madrid, lunes 9 de mayo de 2022. 2ª de Feria. Algo más de media plaza.

Novillos de Los Maños, de desiguales pero entipadas hechuras. Conjunto de notable juego. Nobles y enclasados los dos primeros, manejable el tercero, encastado el cuarto, noble dentro de su contado poder el quinto y un sexto bravo en el caballo y manejable.

Carlos Domínguez, palmas tras aviso y silencio tras aviso.

Arturo Gilio, saludos tras aviso y ovación tras ser herido.

Guillermo García Pulido, palmas y silencio tras aviso.

Parte médico: Arturo Gilio sufrió una "herida por asta de toro, con orificio de entrada en cara postero interna del tercio inferior de la pierna izquierda con una trayectoria de 25 centímetros, que produce destrozos en tejido celular subcutáneo y presenta orificio de salida en cara posterior de dicha pierna. Tras ser intervenido en la enfermería bajo anestesia general, es trasladado a la Clínica de la Fraternidad. Pronóstico grave"

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