Solitaria oreja para Leonardo en el prólogo ecuestre de Burgos

Una solitaria oreja para Leonardo Hernández ha sido el balance artístico del festejo de rejones con el que se ha abierto hoy la Feria de San Pedro y San Pablo de Burgos, y en el que tanto Lea Vicens como Óscar Borjas se fueron de vacío tras mostrarse ambos demasiado desacertados en la suerte suprema.

Leonardo abrió la tarde y la feria con una faena de alto nivel ante un toro que no acabó de romper y con el que jinete extremeño lo hizo todo en un alarde de técnica, poder y doma para conectar con los tendidos, que le premiaron con una oreja tras un efectivo rejón de muerte, premio que, a la postre, fue el único que pasearía en toda la función.

Tampoco fue el colaborador soñado el cuarto, un toro que se ponía por delante y embestía a oleadas, con el que Leonardo volvió a mostrar su buen oficio en otra faena notable por lo mucho que expuso, pero coronada con mucho desacierto con los aceros finales.

Y la suerte suprema fue también la culpable de que Lea no cortase trofeos tras cuajar la faena más artística de la tarde ante el toro de más opciones del complicado y deslucido envío de Luis Albarrán.

Nada más que 640 kilos dio en la báscula el "trolebús" que le correspondió en primer lugar a Lea Vicens, un toro que, como no podía ser de otra manera, no colaboró con la amazona francesa, que anduvo muy voluntariosa a lo largo de una labor mal rubricada finalmente en la suerte suprema.

El primero de Óscar Borjas fue un toro que se movió, pero con poquito celo, y con el que el jinete burgalés llevó a cabo una labor efectista y preñada de guiños al tendido, que, sin embargo, siguieron aquello con poco entusiasmo. Además no anduvo certero con el rejón definitivo.

Igual que le ocurriría al torero de la tierra con el sexto, al que cuajó una faena muy comunicativa con los tendidos, pero estropeándolo todo con los pinchazos que precedieron al rejón final.

Burgos, sábado 25 de junio de 2022. 1ª de Feria. Tres cuartos largos de plaza.

Toros de Luis Albarrán, reglamentariamente despuntados para rejones, desiguales de hechuras y de escaso juego por su acusada falta de raza.

Leonardo Hernández, oreja y silencio.

Lea Vicens, ovación y ovación.

Óscar Borjas, ovación y silencio.