La solvencia de Sánchez Vara y el milagro de Paulita puntúan en Villa del Prado

La Copa Chenel llegaba a su último festejo clasificatorio en Villa del Prado. Los toros de Quintas y Partido de Resina, pese a la nobleza de algunos de sus ejemplares, no han terminado de emocionar como se esperaba. O quizá su juego sí fue el esperado.

Una oreja paseó Sánchez Vara a su primero de Quintas, al que toreó con recursos y técnica.

Al cuarto de Partido de Resina le cogió el aire cuando acertó a bajar la mano y remató por debajo de la pala del pitón los muletazos. Una tanda por cada lado fueron las más conseguidas del conjunto. Pero un feo espadazo en el costillar dejó sin premio tangible y tuvo que conformarse con la vuelta al ruedo.

Paulita dejó muletazos de buen trazo a su primero de Quintas, noblón pero sin fuelle ni casta. El fallo con el descabello dejó todo en silencio.

El gran susto llegó al iniciar de rodillas al quinto de Partido de Resina. Manso encastado, le levantó los pies del suelo, cayendo Paulita a plomo sobre el cuello. Se levantó con evidentes signos de dolor y falta de aire. En KO técnico, el maño plantó cara al ‘pablorromero’ a base de valor y firmeza a pesar de su evidente falta de facultades. La oreja cayó en compensación al esfuerzo realizado.

Miguel de Pablo cuajó una faena templada a su primero de Partido de Resina. Le cogió pronto la distancia y la altura que demandaba el toro y lo exprimió por ambos pitones. Pero el premio se esfumó por el deficiente uso de la espada.

Con el deslucido sexto de Quintas solo pudo justificarse y de nuevo fallo a espadas.

Villa del Prado (Madrid), sábado 9 de octubre de 2031. 6ª Copa Chenel. Media plaza.

Tres toros de Quintas (1º, 2º y 6º), de desiguales hechuras, bajos de casta aunque manejables. Tres más de Partido de Resina (3º, 4º y 5º), desiguales de hechuras, manejables aunque sin rematar. Manso encastado el quinto.

Sánchez Vara, oreja y vuelta.

Paulita, silencio y oreja.

Miguel de Pablo, saludos y silencio.