5ª FERIA NTRA. SRA. SAN LORENZO
Tres orejas para Ismael Martín y dos para El Fandi en el fin de feria en Valladolid
Cartel de banderilleros para cerrar el ciclo vallisoletano en el que Manuel Escribano también paseó una oreja.
Valladolid - Publicado el - Actualizado
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Juan García Tejedor | Valladolid
Tarde extraordinaria en lo que a climatología se refiere, para saludar al que abría la última del abono vallisoletano. 619 kg Peñoncito, de la ganadería burgalesa de Antonio Bañuelos. Romana para aburrir. Fandila, a lo suyo. Dos largas cambiadas en el tercio y metiendo por chicuelinas al toro en el peto. Peto de poco uso, porque apenas fue picado. Compartió el tercio de banderillas con sus compañeros de terna, rememorando aquellos carteles de banderilleros de los años 80 y 90. Y Fandi siguió a lo suyo, brindando la faena al respetable. Del toro, poco que decir. Basto de hechuras y comportamiento. Faenas ligadas pero sin la emoción de la ligazón. Manejó bien los tiempos y las distancias, pero poco sirvieron. Estocada caída y trasera amenizada por el aviso reglamentario.
Un 4º bis saltó al ruedo tras lesionarse el titular en el encuentro con el caballo. Extraordinario de presencia y Fandi le dio ventajas en el saludo capotero. Revoleras, zapopinas, verónicas rodillas en tierra, una macedonia, en un quite que metió a Valladolid en el canasto. En banderillas como de costumbre en Fandila. Y es que el de Bañuelos, galopó, humilló y fue largo en los primeros compases de faena. Con mucha plaza, el toro pidió desde la distancia esa calma, para poder embestir con la clase que llevaba dentro. Y ese fue el secreto del granadino y el lucimiento de lejos. Tiempo entre las series y apreturas las justas. Las izquierdas fueron su palo, siempre con la humillación por bandera. Supo que podía perder Fandi las orejas y recetó una estocada sin complejos. Muerte de bravo. Y a “Convocado” se le concedió la vuelta al ruedo.
Escribano recibió al primero de su lote, como nos tiene acostumbrados, a porta gayola. Y hasta ahí. Se descordó en el encuentro. 621 kg de sobrero. Blandeo en el saludo con el capote. Aun así demostró clase metiendo la cara. Un puyazo y listo, dándole aire en un quite por chicuelinas rematado con una media. Y que poderío con los palitroques. Compartieron tercio, quitaron a cuerpo limpio, e hicieron fácil algo tan difícil, fácil. Sin el sonido de clarines y timbales, que anuncia el cambio de tercio Escribano se fue al centro del ruedo citando al toro para ejecutar pases cambiados por la espalda, iniciando una faena que brindó al respetable. Poderosa la ligazón y el oficio infinito. Le faltó poner de su parte al de Bañuelos, aun así fue encastado, pero la sosería hizo que no hubiera conexión con el tendido. Estocada, caída y despertó el público del sesteo. Oreja a la voluntad.
Volvió Escribano en el segundo de su lote a recibir a porta gayola. Bajaba este de Bañuelos la presentación respecto a sus hermanos. Sin celo, muy justo de fuerzas, un toro en definitiva vacío. El garbanzo negro de la tarde, el cual se echó antes de entrar a matar. Mala suerte Escribano
Ismael Martín se presentaba en Valladolid tras su alternativa sanjuanera en Burgos. Y dos largas cambiadas en el tercio. Y verónicas rodilla en tierra. Y dos con el compás abierto muy templadas. Buen saludo. Tramite el del caballo y cada vez de más manera. También compartió tercio en banderillas en el que destacó el par de Escribano de dentro a fuera. Mucho se le exigió con los palos y mucho le exigió en el saludo con la muleta por bajo. Una faena que brindó al consejero de cultura de la JCYL, Gonzalo Santonja. Con muchas ganas, vimos al salmantino. Y sitio, tiempo y distancias, intentando ligar de verdad y citando muy de frente. Rápido cogió el pitón con mejor condición. En este caso, al natural, llevándole siempre muy tapado y tocando fuerte para poder rematarlas series. Con la diestra, el toro, echaba la cara arriba a la salida del muletazo. En ningún momento pudo confiarse, puesto que el toro tenía ese defecto de los mansos encastados, genio, pero además una clase que supo sacar y hacer ver Ismael al respetable. La estocada muy efectiva. Las orejas por pares.
Cerró la feria Forrajero, un toro que pidió sitio en los lances a la verónica. Condiciones y cualidades para banderillear. Un brindis al público, muy con el de Cantalpino. Genuflexo y poderoso se lo sacó a los medios. Encastado y con buen, embroque el de Bañuelos, un toro exigente al que no le rehuyó la pelea Ismael Martín. Muy poderoso y con mucha inteligencia, siempre lo llevó cosido a la muleta. Al natural fue como cuajó al toro. Bernardinas muy ajustadas para cuadrar al toro antes de la estocada, entera, algo trasera.