Una buena faena de Ventura sin rejón de muerte y una ovación a Florito

Nuevo lleno en Las Ventas. Y van ocho... Esta vez para una fórmula que parece consolidarse: la del festejo mixto para que Diego Ventura pueda actuar dos tardes en la Feria de San Isidro.

Ventura pronto puso a la plaza en pie en cuanto montó a “Fabuloso” en el abreplaza, con el que templó a dos pistas en paralelo a tablas. Después, clavó con ortodoxia aunque con desigual acierto en la colocación de las banderillas ante el notable toro de Capea. Más reunido estuvo con Bronce, con el que citó más en corto y quebró perfectamente. Para las cortas utilizó a Guadiana, clavando tres muy ligadas para a continuación dejar dos rosas. El rejón de muerte viajó certero en el primer encuentro pero el de Capea se amorcilló, tardó un mundo en doblar las manos y Ventura en utilizar el verduguillo, por lo que todo quedó en silencio.

El que hizo cuarto cantó pronto su falta de celo en las cabalgaduras. Hubo de llegar mucho Ventura con Nómada para colocar las banderillas, aunque lo que caldearon a los tendidos fueron dos piruetas en la misma cara del toro. Después sacó a Lío para cuajar dos buenas banderillas con quiebros muy precisos. Con Bronce colocó su ya clásico par a dos manos sin cabezada con el que terminó poniendo en pie a los tendidos cuando el equino mordió el cuerno del toro. Con Guadiana clavó una rosa antes de pinchar reiteradamente, esfumándose el premio final.

Cayetano volvió a trenzar el paseíllo en Madrid dos días después de la tremenda paliza que le propinó un toro del Conde de Mayalde. Incluso algunos dudaron de que este domingo acudiese a su segunda cita isidril. Pero ahí estuvo Cayetano de nuevo dispuesto ante un primero de Montalvo de aire manejable pero flojo y muy venido a menos en el último tercio. Se puso el torero por ambos pitones pero dijo poco, por lo que se fue tras de la espada dejando una estocada desprendida al segundo intento que necesitó del descabello.

El quinto tuvo más movilidad que entrega y clase. Cayetano volvió a estar dispuesto aunque faltó gobierno y asentamiento en las tandas compusieron su breve faena. Dejó media estocada delantera que escupió el toro y después una estocada caída que hizo doblar las manos al toro.

Ginés Marín se las vio en primer lugar con un animal muy ofensivo que se comportó de manera simplona en los primeros tercios pero que descolgó con ritmo y profundidad en el de muleta. El extremeño fue un continuo querer y no poder. Fuera de sitio, algo brusco en los toques, no terminó de cuajar con más rotundidad al de Montalvo pese al buen trazo que tuvieron algunos muletazos. Dejó un pinchazo hondo atravesado y manejó con habilidad el verduguillo al primer intento. Se ovacionó a Ginés de forma cariñosa.

En sexto lugar tuvo que saltar un sobrero de José Vázquez tras ser devuelto el titular de Montalvo por su manifiesta falta de fuerzas. Florito lo condujo hasta chiqueros a punta de chaquitilla y hasta se le vio saludar la ovación que le tributaban los tendidos, quizá ya olvidados de su habitual eficacia por lo poco que se le está viendo, afortunadamente, durante esta feria. El cinqueño del hierro del '9' manseó de lo lindo en todos los tercios. Huidizo y sin querer caballo, puso en más de un apuro a la cuadrilla de Ginés durante el tercio de banderillas. Cuando se quedó a solas con él el torero, tras el brindis a Curro Vázquez, aquello no fue a mejor. Pese a la actitud del torero la faena no remontó el vuelo por la deslucida condición del toro. Mejoró su imagen Ginés respecto a su primera tarde, pero sigue lejos de su mejor versión. Se lo quitó de enmedio de una estocada baja.