CORRIDAS DE TOROS
Una oreja para Curro Díaz que supo a poco en Bilbao
El linarense cortó la única oreja de la tercera de abono ante un notable toro de Alcurrucén.
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Se estremecieron los cimientos de Vistalegre cuando antes de iniciar el paseíllo la banda de música interpretó el Agur Jauna en memoria de Iván Fandiño. Hoy era su día, el día en el que el bravo torero de Orduña iba a rendir su anual examen ante la afición de su tierra. Todo se truncó en Aire Sur L’Adour. Pero el recuerdo perdurará para siempre entre la afición bilbaína.
El toro que abrió plaza fue un ejemplar de Alcurrucén muy entipado. Corto de manos, bajo de cruz, serio de pitones. E hizo honor a su encaste en los primeros tercios. Frío y abanto, no quiso saber mucho del caballo. Al llegar a la muleta, el toro no mejoró el panorama. Tuvo cierta movilidad, pero le faltó humillación y celo. Lo consintió mucho Curro Díaz, que basó su faena por el pitón diestro. Pero el animal siempre salía desentendiéndose de la muleta. Una última tanda, con un cambio de mano de gran empaque, fue la serie más redonda de todo el trasteo. No metió la mano con la espada hasta el cuarto intento.
El cuarto fue el toro de la corrida. Cornetilla, un ‘músico’ de Alcurrucén que no falló. Un animal que fue viniéndose arriba tras su paso por el caballo y que acabó embistiendo con humillación, profundidad y clase por ambos pitones. Mejor en el primer tramo de faena por el pitón derecho, la faena tuvo bastantes altibajos. Sobre todo cuando a izquierdas el linarense se dejó tropezar en demasía el engaño. Pero un espadazo delantero y caído tumbó de manera fulminante al toro y el público premió con una oreja de escaso peso a Curro. La ovación al toro retumbó en Vistalegre.
Sacó nobleza y clase el primer toro del lote de Joselito Adame. Sin embargo, esas cualidades no vinieron acompañadas de la de la casta. Estuvo fácil el mexicano, templado y siempre empujando hacia adelante las embestidas de un astado que fue consumiéndose poco a poco. Esa falta de chispa hizo que aquello que realizaba Joselito no terminase de calar en los tendidos. Un pinchazo dio paso a una estocada muy caída.
El quinto fue otro toro de Alcurrucén de escasa duración. Adame se volvió a mostrar voluntarioso pero esta vez el toro rindió armas demasiado pronto. Tras un inicio vibrante por estatuarios, después no pudo levantar faena ni los ánimos del público. Tras un metisaca, la espada se le fue de nuevo a los bajos.
El tercero de Alcurrucén pareció salir acalambrado de los cuartos traseros. Perdió en varias ocasiones la verticalidad pero el palco optó por aguantarlo en el ruedo. El toro pareció recuperarse pero siempre estuvo lastrado por su falta de raza. Tuvo bondad, pero le faltó fuelle y motor. Juan del Álamo compuso una faena de limpio trazo, ligando a base de buena colocación. Tras una buena estocada se dio una vuelta al ruedo de Vistalegre.
El sexto tampoco fue un dechado de casta. Muy agarrado al piso desde el inicio de faena, al toro le costó un mundo seguir las telas que le presentó Del Álamo. Faena larga pero insustancial que se vivió sin pasión desde los tendidos.
Bilbao (Vizcaya), lunes 21 de agosto de 2017. 3ª de Feria. Un tercio de plaza.
Toros de
, bien presentados, serios de cabeza. Conjunto manejable en distintos grados pero con el común denominador de la falta de casta y la sosería. Destacó el encastado y noble cuarto, ovacionado en el arrastre.
Curro Díaz, silencio tras aviso y oreja.
Joselito Adame, silencio y saludos.
Juan del Álamo, vuelta y silencio.