El cerebro y su adicción a la comida ultraprocesada: ¿Cuál es la razón y qué funciones altera?

Los efectos que pueden provocar en el cerebro los alimentos ultraprocesados son una preocupación para los expertos en salud

El cerebro y su adicción a la comida ultraprocesada: ¿Cuál es la razón y qué funciones altera?

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

En nuestro día a día, es bastante raro que cuando salimos por algún motivo, ya sea familiar o con amigos, no nos encontremos los establecimientos de comida rápida, cuyos productos destacan por ser hamburguesas, perritos calientes o pizzas entre otras cosas.

Estos productos son altos en calorías y por todos es sabido, el alto contenido en aditivos, algo que hace que consumamos más. De hecho, los expertos afirman que los cambios cerebrales causados por una dieta que posea una gran abundancia de este tipio de productos, puede llegar a dificultar la reducción de su consumo.

La gran preocupación

Existen determinados elementos que producen la liberación del neurotransmisor dopamina en el cerebro humano, algo que termina creando la sensación de placer. Esos elementos pueden ser el dinero, las drogas, experiencias positivas y negativas o la comida, donde aquí entra el tema que tratamos.

En relación a este tema, la neurocientífica Nora Volkow, enlaza esto mismo con el instinto básico se supervivencia que corresponde al ser humano: "durante la mayor parte de la evolución, la comida era escasa" argumentando de esta manera la necesidad de esta motivación para poder sobrevivir.

Volviendo al tema de la dopamina, en el caso de los alimentos es mucho más bajo que en otras sustancias pero es cierto que la combinación de accesibilidad, conveniencia y su bajo coste hacen que sea difícil de evitar.

No obstante, pese a que los alimentos son menos adictivos que otras determinadas sustancias, pueden llegar a producir una "trampa del placer dietético", según el psicólogo Douglas Lisle.

Los antojos por mirar

El consumo en múltiples ocasiones de estos alimentos, puede llegar a causar una pérdida de capacidad a la hora de "controlar los fuertes impulsos" de consumirlos.

Según la teoría del doctor Lisle, cuanto más se activa la dopamina, más comida se necesita ingerir para mantener la misma sensación de gozo ya que la producción de dopamina y por consiguiente, el aumento de su cantidad, se produce cuando miramos, olemos, escuchamos o pensamos en comida.

"Descartar la adicción y la obesidad como problemas de autocontrol ignoran el hecho de que para que podamos ejercer el autocontrol, necesitamos el correcto funcionamiento de las áreas de nuestro cerebro que regulan nuestros comportamientos", señalaba Volkow a la BBC.

Los jóvenes

Según se ha podido descubrir por medio de un estudio del Imperial College de Londre (ICL) los niños británicos obtienen el 60% de las calorías que ingieren de los alimentos ultraprocedados llegando incluso a alcanza el 78%.

Por esta razón, algunos expertos en la materia aseguran que los adolescentes son más propensos a la hora de caer en esta tentación alimentaria. Además, existe la evidencia de que la dopamina es abundante en esta fase del desarrollo humano por lo que el cerebro aprende rápidamente las "recompensas" que uno le da.

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