Los rebecos pueblan de nuevo las cumbres de la montaña oriental cántabra tras 20 años

Celia Agüero Pereda

El rebeco ha logrado recuperar su antiguo territorio al recolonizar las cumbres de la montaña oriental de Cantabria, después de más de 20 años de haber desaparecido a causa de los cambios "muy bruscos" que se produjeron en este espacio.

La gran tala de bosques para construir barcos y cañones, con la pérdida de unos 10 millones de árboles, así como la gran ocupación de la montaña para uso ganadero, hicieron que cientos de vertebrados, entre ellos el rebeco, desaparecieran de este hábitat de Cantabria.

El presidente de la Fundación Naturaleza y Hombre (FNyH), Carlos Sánchez, explica, en una entrevista con EFE, cómo se ha producido ha llegado a esa vuelta a su montaña de este bóvido de algo más de un metro de altura y entre 30 y 60 kilos que vive en las cadenas montañosas y del que habla del libro "Reintroducción del rebeco cantábrico en la montaña oriental", que acaba de publicar la entidad conservacionista.

Sánchez recuerda que en 1999 la Fundación Naturaleza y Hombre decidió comenzar a trabajar en la reintroducción de la especie en la montaña oriental cántabro, un proyecto que ha durado 20 años.

De Picos de Europa al oriente cántabro

La actuación comenzó con la captura de 32 ejemplares del Parque Nacional de Picos de Europa, donde había una población "floreciente" de rebecos, que fueron trasladados a la zona oriental de manera paulatina.

"Fuimos liberando ejemplares, que fueron formando diferentes grupos en diferentes zonas de la montaña oriental. Progresivamente fuimos constatando la reproducción de los ejemplares y, ellos mismos, según iban creciendo las manadas, iban colonizando nuevos puntos", detalla Sánchez.

Sin embargo, una parte "fundamental" ha sido el acuerdo de colaboración al que llegaron con los cazadores y los diversos cotos de caza para definir 85.000 hectáreas donde los rebecos debían de "estar tranquilos y donde no se practicase la caza".

Sánchez apuntado que, de manera progresiva, la población de rebecos ha crecido hasta el momento actual en el que hay 250 ejemplares en la montaña oriental, lo que supone un "éxito" y demuestra que la población se ha asentado y se ha establecido "completamente".

Enriquece la biodiversidad

"Ahora es una especie que ha enriquecido la biodiversidad de la montaña pasiega y oriental de una manera grande, porque el rebeco no es solamente importante en sí mismo por recuperar su especie sino también es una especie que mejora la biodiversidad", ha añadido.

Y es que de esta especie se suelen alimentar otros animales como el águila real, el lobo o el quebrantahuesos.

El presidente de la fundación ha explicado que la especie está completamente asentada y ahora lo que requiere es "respetarla", al menos hasta que llegue a una población mayor y ocupe una mayor área de extensión.

"Uno de los principales problemas que tiene la montaña, y por tanto el rebeco y toda la fauna en general allí, son los fuegos. Allí se queman grandes superficies que arrasan muchas veces los territorios que utiliza la especie y es problemático para él, para el bosque y para la fauna en general", ha añadido.

Todo este proceso de la reintroducción de esta especie en la montaña oriental, la metodología seguida y los resultados de estos 20 años lo ha recogido la Fundación Naturaleza y Hombre en ese libro, que es gratuito y se puede solicitar a la fundación. EFE

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