OCÉANOS CONSERVACIÓN

Mares Circulares pone en marcha laboratorio submarino contra cambio climático

Replantar el mayor número de posidonias oceánicas es el objetivo del laboratorio submarino puesto en marcha en Llançà (Girona), en el marco del proyecto Mares Circulares para contrarrestar los efectos de los temporales, responsables en parte de la degradación de las praderas marinas en el litoral español.

Agencia EFE

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Replantar el mayor número de posidonias oceánicas es el objetivo del laboratorio submarino puesto en marcha en Llançà (Girona), en el marco del proyecto Mares Circulares para contrarrestar los efectos de los temporales, responsables en parte de la degradación de las praderas marinas en el litoral español.

Blue Lab, como se denomina la prueba piloto, concentra dos parcelas submarinas de tres metros cuadrados para restaurar aquellos ejemplares dañados que puedan ser recuperados dentro del espacio protegido de la Red Natura 2000 de la UE de lAlbera, detallan sus impulsores; Coca-Cola en colaboración con la ONG ambiental Submon.

El hecho de utilizar por primera vez haces de posidonia arrancados sirve para dar una segunda oportunidad a plantas que estaban perdidas ha explicado a Efe el responsable de Submon, Andreu Dalma, quien ha apuntado que la cuantía de plantaciones dependerá de los especímenes que vayan llegando a la costa.

Aunque el laboratorio parte de una tasa cero de supervivencia, estas actuaciones esperan conseguir que las matas repobladas echen raíz en el fondo y puedan crecer con el fin de mejorar poco o mucho esa cifra, teniendo en cuenta las buenas condiciones y el amplio margen de tiempo que se necesita para su recuperación.

En continua amenaza por los vertidos en la costa, el fondeo de los barcos o la pesca ilegal de arrastre, el proyecto hace partícipes a los vecinos del pueblo gerundense, quienes ayudan en la localización en tierra de esta especie endémica del Mediterráneo, protegida desde Europa.

Posteriormente, buzos especializados supervisan los haces en el laboratorio marino, una de las novedades de la estrategia de Coca-Cola junto al espacio Mares Circulares - Bosques Sumergidos del Mediterráneo, que reivindica en el museo educativo Aula del Mar, en Málaga, las funciones ecológicas de las praderas submarinas y su contribución contra el cambio climático.

Los bosques sumergidos evitan la pérdida de la costa debido a los temporales; ayudan a mantener las playas como auténticos arrecifes naturales; son el refugio para miles de especies marinas y constituyen unos enormes sumideros de CO2, ha detallado el presidente del centro, Juan Antonio López.

También ha resaltado su importancia tanto en la emisión de oxígeno como en la captación de carbono azul, donde representa entre un 50 y un 60 por ciento del total capturado en los mares.

Mediante talleres, paneles informativos, encuentros formativos y jornadas de divulgación, desde el museo prevén que hasta 40.000 visitantes, un cincuenta por ciento menos en comparación con 2019, puedan descubrir este año toda la información vinculada con el ciclo vital y el valor de las posidonias oceánicas en el mantenimiento del clima marino.

En esa línea, la responsable de proyectos de Sostenibilidad en Coca-Cola Europacific Partners, Beatriz Arribas, ha manifestado que Mares Circulares es el proyecto más ambicioso e integral de la compañía en la conservación de los entornos acuáticos.

En 2022 decidimos dar un paso más y abrir una nueva vía de trabajo hacia la conservación de la biodiversidad marina en el Mediterráneo bajo el prisma de la lucha contra el cambio climático desde un enfoque científico, ha agregado Arribas.

Desde 2018, el plan trabaja para fomentar la economía circular, impulsar la limpieza de las costas y fondos marinos y sensibilizar a la ciudadanía, con una participación de más de 1.100 organismos y entidades de España y Portugal y 297 actuaciones en playas y entornos acuáticos.EFE

dgm/al/cc

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