HUELLA CARBONO

Reforestar para compensar la huella de carbono no sólo es para empresas

Compensar la huella de carbono mediante la plantación de árboles es una práctica cada vez más extendida entre las empresas que buscan mitigar el impacto de su actividad en el planeta y a la que ahora también se pueden sumar los particulares de la mano de la empresa emergente española Forest Bank.

Agencia EFE

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Compensar la huella de carbono mediante la plantación de árboles es una práctica cada vez más extendida entre las empresas que buscan mitigar el impacto de su actividad en el planeta y a la que ahora también se pueden sumar los particulares de la mano de la empresa emergente española Forest Bank.

Según su fundador, Vicente Cano, se trata del primer servicio de compensación del mundo que devolverá a los usuarios las aportaciones que hagan para financiar proyectos de reforestación mediante la venta de bonos de carbono en el mercado voluntario de derechos de emisión.

Tras pasar un año en el Programa de Incubación de La NAVE, del Ayuntamiento de Madrid, Forest Bank busca ayudar a que los particulares sean cero emisiones netas o lo que es lo mismo, que compensen las emisiones que generan y que no pueden reducir aunque se compren un vehículo eléctrico o mejoren la eficiencia de su hogar.

Para ello, podrán calcular su huella de carbono (emisiones que genera en su día a día) con una calculadora ideada por Forest Bank, que ofrecerá consejos para poder reducirla lo máximo posible, así como compensarla mediante aportaciones a proyectos de reforestación.

Las plantaciones se llevarán a cabo en colaboración con compañías especializadas y serán incluidas en el Registro de Huella de Carbono del Ministerio para la Transición Ecológica, creado para impulsar el mercado voluntario de derechos de CO2, al que acuden las empresas para compensar sus emisiones en el marco de la responsabilidad social corporativa.

El dinero que se obtenga de la venta de esos bonos será destinado a devolver la inversión a los usuarios que lo deseen (pueden elegir no recuperarla), así como a bonificar a los dueños de los terrenos en los que se lleven a cabo las plantaciones y a refinanciar nuevas reforestaciones.

Dependiendo de las características del terreno y de las especies usadas, para cancelar una tonelada de CO2 se necesitan entre 30 y 80 árboles, según Cano, que ha explicado que la inversión necesaria para compensar 1 tonelada de CO2 durante 40 años con Forest Bank ronda los 1.500 euros. De media, un español emite con su actividad unas 7,8 toneladas de CO2/año.

¿Cómo lograr compensar a coste cero?

Al financiar las reforestaciones, los usuarios reciben derechos sobre bonos de carbono con el objetivo de que sean subastados en los mercados voluntarios de derechos de emisiones (en los que el precio por tonelada ronda los 5 o 7 euros, aunque se han llegado a alcanzar los 25 euros).

"A los precios actuales, la devolución del cien por cien de la aportación se daría a los 20 años, pero como los bonos no paran de subir, seguramente consigamos reembolsar a nuestros usuarios su esfuerzo en mucho menos tiempo", según Cano, que ha subrayado que no son un producto financiero pues no ofrecen rentabilidad.

Forest Bank nació en Torrecilla (Cuenca) y, aunque ya trabaja con clientes captados durante su fase de pruebas, el lanzamiento oficial del servicio está previsto para el 1 de julio y su objetivo a corto plazo es exportar a otros países su modelo de negocio para masificar la reforestación.

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