Los dulces secretos del turrón

De almendras, de chocolate o de pistacho... en Fuera de Carta te explicamos de qué está hecho este dulce placer

Los dulces secretos del turrón

Antonio Mateo

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

En solo tres días comienza la navidad. Aunque ahora los productos empiezan a venderse casi en agosto, los panettone, roscones de reyes y mazapanes empiezan a ser más que nunca los protagonistas de estas fechas. De todos estos productos navideños el que está en la mente de todos es… el turrón.

Después de habernos comido queso, jamón, entrantes varios, cordero, pavo, mariscos, postres y hasta a nuestro primo si se despista, siempre encontramos un hueco para llevarnos a la boca este típico dulce navideño.

El turrón es una masa de almendras y azúcar. Esa es la base, a partir de aquí las posibilidades se multiplican. Francisco Somoza, Maestro Pastelero de Viena Capellanes ha contado a COPE que las posibilidades son muy grandes, “se puede jugar con coco, con yema… con mucho tipos de sabores”.

Turrón duro contra turrón blando

El turrón blando se tritura la almendra y se mezcla con el otro producto “bien sea miel o clara de huevo”, en cambio el turrón duro se deja la almendra entera y se carameliza con el azúcar.

Catar el mejor turrón

Lo principal ante cualquier elaboración es fijarnos en la calidad de la materia prima. En el caso del turrón la “mejor almendra es la variedad marcona”. Tenemos que ver cuánto azúcar tiene. Lo esencial y lo que determina la calidad es la “cantidad de almendra que lleve”, dependiendo de cuánto de este fruto seco tenga en su interior, se le puede poner en una categoría diferente como la calidad suprema. Si se le añade un poco miel “facilita la extracción de humedad” y así, su conservación es mayor.

Tradicional

La base esencial del turrón es la almendra, por eso es típico comerlo en esta fecha. Es ahora cuando se produce un excedente de este producto y la manera de aprovecharlo era esta.

Si hay un lugar al que se le relaciona con este producto es una pequeña localidad en Alicante. En 1585 era habitual decir que en todas las casa de Jijona huele a miel. En esa época ya se fabricaba y es que en este lugar había gran cantidad de almendras y miel, “la gente sabe utilizar lo que tiene y sabe como transformarlo” y, añade, es así como van saliendo los productos tradicionales.

En el siglo XVI Portugal se adhería a España y la armada invencible campeaba por las aguas inglesas pero la población pasaba hambre. Encontrar un producto que aportaba a las largas jornadas de trabajo en el campo tal cantidad de energía venía muy bien. El azúcar y este fruto seco se conservan muy bien y permitían tener este suplemento energético durante mucho tiempo.

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