Chispas, explosiones o quemaduras: los alimentos que jamás debes calentar en el microondas
El microondas es uno de los electrodomésticos más recurrentes de la cocina, pero debemos tener en cuenta que no sirve para todo y puede resultar peligroso
Madrid - Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Para descongelar, recalentar o incluso cocinar: el microondas tiene muchos usos dentro de la cocina de cada casa y resulta uno de los electrodomésticos más recurrentes, pero no debemos olvidar que no podemos calentar todos los alimentos, sino que algunos pueden resultar todo un riesgo. Explosiones, chispas y ojos llorosos son algunas de las posibles consecuencias que pueden sucederse y que pueden resultar en una mala tarde o, incluso, que tengamos que ir a la tienda a comprar un aparato nuevo.
Es por eso que la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha elaborado una lista de alimentos que bajo ningún concepto debes introducirlos, de la misma forma que hay toda una serie de trucos para cocinar con el microondas otros que no sólo sí que pueden calentarse, sino que se preparan antes que con la olla o el horno.
Los alimentos que nunca debes calentar en el microondas
Lo primero que tenemos que quitarnos de la cabeza es que el microondas sirve para cocer un huevo cuando todavía tiene la cáscara. Y es que, al acumularse el vapor dentro del huevo puede provocar que este explote, con la complicada situación que se queda para limpiarlo todo después. Eso sí, podemos echar mano de recipientes especiales para que esto no pase, por lo que no podemos desechar completamente esta opción.
Algo similar ocurre con las salsas de tomate. Se trata, seguramente, de algo que más de una persona habrá experimentado en algún momento: la salsa crea pompas y mancha la tapa o las paredes del electrodoméstico. Esto es por el espesor especial que no deja filtrar ni el calor ni el vapor. También debemos tener cuidado con las uvas que pueden producir chispas.
Más peculiar es el caso de las guindillas que, al calentarlas, liberan lo que se conoce como capsaicina, el compuesto que hace que nos lloren los ojos cuando abramos la puerta, por lo que es preferible que lo hagamos poco a poco. Por último también debemos evitar introducir verduras de hojas verdes que, sin humedad, pueden resultar en pequeñas chispas.
Igualmente, y al margen de los alimentos, hay toda una serie de materiales que no podemos introducir en el microondas, ya sean las archiconocidas bolsas de papel, así como las de plástico, las bandejas blancas o los palillos de madera. Además, la OCU insiste en que no usemos el microondas si no tiene nada dentro.
Cocinar patatas en el microondas
De igual manera que tenemos que tener cuidado con qué introducimos en el microondas, hay infinidad de trucos para darle uso y que pueden ser muy útiles para cocinar de manera rápida.
Una vez que estén limpias, hay que coger es un cuchillo o un tenedor para pinchar un poco la piel. Así conseguiremos que el calor llegue bien al interior de todas las patatas. Una vez que se tengan las patatas limpias y con unos pequeños pinchazos, hay que realizar el paso más importante. Para ello vamos a necesitar un rollo de papel film o papel transparente. Para que se cuezan bien, envolvemos cada patata en papel film dándole unas tres vueltas. Una vez que tengamos todas preparadas es el momento de introducirlas en el microondas.
Dependiendo del tamaño de las patatas se necesitará más o menos tiempo para que estén listas. Lo normal es que metamos las patatas envueltas en film alrededor de 10 minutos en el microondas. Pasado ese tiempo abrimos la puerta del microondas y comprobamos si están hechas, es decir, si están blanditas.