Cómo y cuándo regar nuestras plantas para que estén perfectas
Por muy fácil que parezca, regar las plantas es una actividad que también requiere nuestra atención
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Por muy fácil que parezca, regar las plantas es una actividad que también requiere nuestra atención, pues si no lo hacemos bien, nuestras plantas pueden morir por dos motivos: falta de agua o exceso de agua.
Resulta que cada planta tiene unas características y necesidades específicas. No son lo mismo las plantas desérticas (que apenas necesitan agua) que las plantas tropicales (que requieren de agua todos los días para vivir). Por lo que es muy importante tener en cuenta algunos consejos y factores si queremos que vivan por mucho tiempo.
El agua del grifo a veces no es una opción
La mayoría de las plantas tienen bastante resistencia como para regarlas como agua del grifo. Pero, hay que ser consciente de que algunas plantas son tan delicadas que no es viable este tipo de agua, por lo que otra alternativa es regarlas con agua filtrada o con agua de lluvia. Un ejemplo lo tenemos en las rosas, podemos regarlas con agua del grifo, pero el agua de lluvia les sienta muy bien.
Atento a la temperatura
No sirve de mucho regar una planta con un tipo de agua si la temperatura no es la adecuada. Lo mejor es regar con agua a temperatura ambiente. Dado que, si usamos agua tibia o fría, corremos el riesgo de dañar las hojas de nuestras plantas. Si hace falta podemos dejar durante unos minutos la regadera para que el agua tenga la temperatura más adecuada.
Distinta cantidad
Cada planta necesita una cantidad de agua distinta. Hay plantas que son originarias de zonas tropicales, donde llueve con más frecuencia, por lo que es mejor regarlas con más agua, debido a que tienen hijas más grandes. Otras plantas, como los cactus o las suculentas, se desarrollan mucho mejor cuando las regamos con menos frecuencia. Un buen consejo para saber si las plantas necesitan agua es meter dentro de la tierra un dedo hasta llegar a la primera falange y, si está seca, hay que regar.
Forma de regar cada planta
Lo mejor es verter agua suficiente como para empapar la tierra alrededor de cada planta y que esta salga por el agujero que hay debajo de la maceta. Si ponemos un plato debajo de esta, la planta absorberá un poco más. Pero, hay que quitarlo después de 10 minutos o las raíces se pudrirán.
Otra alternativa, que es estupenda para las plantas que no llevan muy bien la humedad cerca de sus tallos, es llenar directamente el plato o bandeja de la maceta. Al cabo de unos minutos el agua penetrará en la tierra y, hay que seguir llenando dicha bandeja hasta que la planta no absorba más agua.
Cuidar la humedad
Aun con un buen drenaje en la maceta, mantener la tierra húmeda puede dificultar que el aire llegue a las raíces. Por suerte, existen varias formas de saber si estamos regando demasiado nuestras plantas antes de que sea tarde. Una de estas es la ausencia de nuevos brotes o que las hojas se vuelven amarillas. Otra señal es que puede marchitarse (aunque también esto es signo de poca agua). Por lo que el truco es observar el suelo antes una de estas señales.
El exceso de humedad propicia la aparición de hongos y bacterias en el suelo, causando olores muy desagradables, sobre todo si las raíces se están pudriendo. Y, si vemos mosquitos de hongos volando alrededor de nuestra planta, es que la regamos en exceso. Cuando esto ocurre, lo mejor que podemos hacer es dejar que la tierra se seque antes de volver a echar agua. Si no funciona, podemos probar a trasplantarla de maceta y ponerle tierra nueva. Eso sí, tenemos que cortar las raíces que ya están muertas o blandas con unas tijeras de podar.
A qué hora es mejor regarlas
Conviene evitar regar nuestra planta de noche, porque las hojas a esas horas no se secan tan rápido como en otros momentos del día. Además, las hojas húmedas tienen más facilidad para coger enfermedades.
El mejor momento del día para regar nuestras plantas es por la mañana, dado que las temperaturas son más frescas. Y, cuando es verano, damos a la planta más tiempo para poder absorber el agua para que puedan soportar un día largo y caluroso. Otro buen momento del día para regar es a última hora de la tarde.