Desvelado el motivo por el que las bolsas de patatas fritas tienen aire en su interior
Tiene una finalidad muy distinta a la que puedas pensar en un primer momento
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Es uno de los 'snacks' por excelencia. Te hablo de la típica bolsa de patatas fritas. Sin embargo, cualquiera que abra dicha bolsa en un principio, podrá percatarse de la cantidad de aire que contiene. De inmediato pensamos que, quizás, nos están estafando y esta es una estratagema para que parezca que el contenido de los envaes es mayor de lo que es en realidad. La realidad es bien distinta. Este método no tiene por objetivo engañar al cliente, sino proteger el producto.
El aire que está en el interior de las bolsas de patatas fritas se trata en realidad de una mezcla de dióxido de carbono, nitrógeno y oxígeno. El nitrógeno en una proporción mucho más de la del aire que respiramos. Es un gas incoloro, insípido e inodoro. No es peligroso, ni tampoco afecta al sabor de las patatas fritas.
Además, este elemento no reacciona con otras moléculas del interior de la bolsa, lo que impide que crezcan bacterias que echen a perder el producto. De igual modo, la menor presencia de oxígeno se traduce en que las patatas se oxidan menos. Pero es que la función de este aire no acaba ahí. La mezcla de gases contribuye a la protección de las bolsas de impactos, sobre todo durante su transporte, y evita que queden únicamente migas. Esto quiere decir que el aire de las bolsas de patatas tienen doble función: protegerlo frente a golpes y conservar el producto.
Así, queda la incógnita resuelta. No te están estafando. Es una medida que trata de cumplir un objetivo claro: que disfrutes de tu bolsa de patatas fritas en las mejores condiciones posibles.
El truco definitivo para cocinar las patatas fritas y que siempre te queden crujientes: en pocos minutos
Si lo tuyo no son las patatas de bolsa y te gusta cocinarlas, no te pierdas este truco. Conseguirás que las patatas queden crujientes y perfectas.
El truco está en dos sencillos pasos. En primer lugar no deben ser muy gruesas, el aceite debe estar muy caliente y antes de cortarlas, debemos secarlas y eliminar su almidón en la mayor parte posible (por esto, sería ideal elegir patata nueva, que contiene menos fécula), lo cuál podemos hacer introduciéndolas entre 5-10 minutos en agua fría y ya cortadas. El segundo pasa por la sal, que es fundamental. Como nos ocurre con muchos otros platos, casi nunca sabemos cuando debemos echarla, si antes, durante o después. Pues bien, si queremos que queden bien crujientes, siempre después y una vez secadas de todo su aceite sobrante.
Por otro lado, también es importante la elección del aceite de oliva, mucho mejor si es virgen extra, pero el que elijamos, que no tenga un sabor muy fuerte que pueda restárselo a nuestras patatas. Ni que decir tiene que una vez fritas, este aceite debe ser reducido al máximo con papel de cocina, sobre el que verteremos el montante de patatas fritas.
No vamos a decir que las patatas fritas sean un snack saludable, pero podemos restarle parte de esa mala prensa si las cortamos y freímos con su piel, ya que la fibra las hace más digestivas y también más saciantes