¿De dónde viene la palabra 'calçot'?

Es una de los platos más típicos en Cataluña entre los meses de noviembre y abril, y cada vez más en el resto de España. El calçot es una cebolla blanca alargada que se come con salsa romescu o salvitxada, en catalán. Asadas al sarmiento, y junto con las típicas longanizas de esta región o costillas de cordero forman la típica calçotada, una de las costumbres culinarias tradicionales de esta parte de nuestro país. Pero, ¿de dónde viene la palabra calçot?

Según explican varias fuentes, el término debe su nombre al modo de cultivar la cebolla. Para que quede alargada se 'calza' ('calça' en catalán) con más tierra sobre el tallo, de manera que la hortaliza tenga que estirarse para buscar la luz. El proceso se repite varias veces para conseguir la longitud regulada: de unos 15 a unos 25 centímetros, según la Indicación Geográfica Protegida (IGP) del Calçot de Valls, epicentro mundial de este alimento.

¿Y quién descubrió que estirando la cebolla se conseguía algo tan rico?

Desde la IGP se explica que fue un campesino de Valls (Tarragona) llamado Xat de Benaiges quien, poniendo en las brasas los brotes tiernos nacidos de una cebolla descubrió este plato. Además, a él se le atribuye también la elaboración de la primera salsa romesco.

No obstante, hay quien apunta a otro origen del calçot debido al descubrimiento del arqueólogo húngaro László Borhy, que en su país, en verano del año 2.000, encontró una pintura en una villa romana de un esclavo comiendo una cebolla alargada y junto a él, un cuenco con una salsa anaranjada, como la romesco.