La fruta poco conocida en España que elimina las arrugas y deja la piel suave: está llena de colágeno

Un estudio de la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos, también tiene más vitamina C que la mandarina

Elaboración propia

Arrugas y frutas

Paco Delgado

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

      
      
             
      

Suele ser una de las recomendaciones habituales de los nutricionistas para cualquier época del año: el consumo de fruta debería ser una constante en la dieta de los españoles, llegando a apuntar que lo ideal es el consumo de 5 piezas al día. El motivo: la gran cantidad de vitaminas y, en muchos casos, de proteínas. Por eso, cada ciudadano de España come, de media, 175 gramos de fruta al día en adultos, más que los 134 gramos de verduras, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación

Montón de fruta

Además, otros estudios apuntan a que esto lo hace el 77% de la población, siendo el tercero en el ránking de toda la Unión Europea en consumo de fruta diaria. Pero, de todo esa variedad frutal, los españoles suelen preferir el plátano, el melocotón en verano, la pera o el plátano. Esta última contiene un importante nivel de proteínas, pero hay otra que, aunque no son igual de conocidas, contienen una serie de propiedades que benefician en más de un sentido el cuerpo y, una en concreto, que elimina las arrugas de la cara gracias a una alta concentración de colágeno.

La fruta que elimina las arrugas gracias al colágeno

Algunos la conocen como la “fruta de oro” por su color amarillento, pero lo cierto es que es dorada por otros motivos. Muy habitual en regiones de América Central y América del Sur, así como en algunas partes de México, el conocido como el 'nanche' es una de las frutas con más propiedades y que más puede ayudar a regenerar la piel. Además de una importante carga proteica, tiene un sabor dulce, aunque conforme avanza su madurez se vuelve cada vez más agria. En cualquier caso, el porcentaje de proteína es del 3,6%, por el 1,1 o 0,2 del plátano o el melón, respectivamente.

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Nanches, la fruta dorada

Incluso un estudio de la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos señala que el 'nanche' también tiene más vitamina C que la mandarina. Precisamente loa vitaminca C es clave en la producción de colágeno y ayudando a regenerar la piel. Un proceso que está fuertemente ligado a la eliminación de arrugas tanto en la cara como en el resto del cuerpo.

Pero no es el único elemento de la 'fruta dorada' que ayuda a mejorar la piel, sino que también hay que tener en cuenta la concentración de antioxidantes, que combate los radicales libres, moléculas que dañan la piel y acelera el enevejecimiento. Estos mismos antioxidantes ayudan también a proteger la piel de la radiación ultravioleta, evitando las típicas manchas a consecuencia de la edad y el abuso del los rayos de sol en verano.

Pila de nanche

El fruto seco que ayuda a combatir el envejecimiento

No obstante, el 'nanche' es un fruto no tan fácil de conseguir en algunos puntos de nuestro país, además de que se trata de una fruta de temporada, específicamente de los meses de abril, mayo y junio. Por ello, hay alternativas a la fruta dorada para combatir el envejecimiento, y es en forma de fruto seco: las famosas avellanas que, lejos de su fama de grasas, también sacian y pueden ser una opción saludable entre comidas siempre y cuando optemos por consumirlas de forma natural, evitando las saladas. Además, es rica tanto en vitamina B, magnesio, ácido fólico como calcio, en este último caso ayudando a prevenir enfermedades como al osteoporosis.

      
             
      

Además, las avellanas son fuente de potasio y vitamina E, ideales tanto para frenar los signos del envejecimiento como para enfermedades del corazón. Concretamente, las grasas saludables que hay en las avellanas mejoran la salud cardiovascular, reduciendo el colesterol malo y mejorando los niveles del bueno (HDL). Por otra parte, tanto la vitamina E como los conocidos como flanovoides son elementos antioxidantes, lo que previene el estrés oxidativo, algo que provoca la flacidez en la piel.