Hiperhidratación, cuando beber agua se convierte en un veneno mortal

Con las altas temperaturas del verano lo mejor es estar hidratados y la mejor bebida para ello es el agua, pero hay que tener cuidado si la tomamos en exceso

Hay beber entre 1,8 litros y 2 litros de agua al día, sobrepasar el límite nos puede ocasionar hiponatremia

Raquel Pérez Polo

Madrid - Publicado el - Actualizado

7 min lectura

El termómetro es como el algodón, no engaña (los mayores de 50 reconocerán el chascarrillo). Y el termómetro ya registra temperaturas muy elevadas, 40º en la campiña cordobesa, en el valle del Guadalquivir en Jaén o 37º en Madrid y subiendo

Para que el verano no nos pase factura debemos de hacer caso a las autoridades sanitarias y seguir una serie de recomendaciones para evitar que nos de un golpe de calor que puede ser extremadamente peligroso tanto en el caso de los más pequeños como de los más mayores, hay que proteger y tener mucho cuidado sobre todo con los bebés y niños pequeños y con los ancianos.

Hay que evitar caminar y salir a la calle en las horas centrales del día -entre las 13.00 y las 16.00 horas- cuando esas temperaturas van a ser superiores a 30º; si estamos en la calle ir por la sombra y llevar protegida la cabeza con un gorro o sombrero y los ojos con gafas de sol; ponernos crema protectora para evitar quemaduras en la piel; y llevar agua o cualquier otro líquido que no sea alcohol y que nos sirva para hidratarnos, lo mejor, sin duda, es el agua.

Los médicos recomiendan que bebamos con frecuencia bastante agua o zumos de frutas, refrescos o bebidas isotónicas, al menos 2 litros al día aunque no sintamos que tenemos sed.

¿Por qué debemos beber entre 1,8 litros y 2 litros de agua al día? Porque al estar hidratados, al beber, se regula nuestra temperatura corporal, evitamos que se nos resequen las mucosas, facilita el flujo sanguíneo ya que el 83 por ciento de la sangre es agua, nos ayuda a eliminar toxinas y evita que nos duela la cabeza entre otras muchas ventajas.

En definitiva el agua es vida. Pero también puede ser un problema si exageramos la ingesta del líquido elemento. Y hay quien lo hace.

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Esteban Pérez Almeida, Director médico de COPE, nos explica la importancia de beber agua en su justa medida

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¿Nos podemos envenenar por exceso de agua?

"Una mujer de Reino Unido acude al hospital con una ‘intoxicación por agua’" titulaban los periódicos al relatar la noticia de un suceso que había ocurrido en el King’s College Hospital de Londres. La mujer de 59 años se había empeñado en beber mucha agua para cumplir con la recomendación de su médico que le había aconsejado la ingesta abundante líquido para mejorar de una infección urinaria.

Tras la prescripción médica, esta británica bebía medio litro de agua o, inlcuso más, cada media hora hasta que comenzó a encontrarse muy mal y tuvo que ser hospitalizada con niveles de sodio en sangre peligrosamente bajos, su vida corría peligro.

Tras enfrentarse a este caso, las doctoras del King's College Hospital, Laura Christine Lee y Maryann Noronha, escribieron en el British Medical Journal el artículo: "When Enough Is Too Much: Water Poisoning in a Patient With a Simple Urinary Tract Infection" (Cuando suficiente es demasiado: intoxicación por agua en un paciente con una infección simple del tracto urinario). A lo largo de la publicación las médicas reflexionan sobre algo que hacen a menudo, "frecuentemente aconsejamos a nuestros pacientes que beban mucho líquido y se mantengan bien hidratados cuando no están bien. Pero, ¿qué queremos decir con eso? ¿Existen riesgos potenciales de este consejo aparentemente inofensivo?".

Existen porque la paciente en cuestión, lejos de ir mejorando desde que ingresó en el hospital, su estado de salud iba siendo más delicado, presentaba temblores, vómitos y tenía dificultades para hablar y orientarse. Ante este cuadro médico, Lee y Noronha se llegan a plantear, en el artículo, hasta qué punto es un buen consejo pedir a los pacientes que beban mucha agua y la necesidad de investigación sobre la intoxicación por agua que "es bien reconocida como causa de hiponatremia sintomática en deportes de resistencia, por consumo de drogas como el MDMA (éxtasis) y polidipsia psicógena (necesidad de beber con frecuencia y mucho por trastornos como la diabetes). Raramente se ha descrito fuera de estas circunstancias. Con la función renal normal, es difícil abrumar la capacidad excretora de agua. Sin embargo, en las enfermedades infecciosas, el aumento de los niveles de hormonas antidiuréticas (que pueden secretarse tanto para corregir el estado del volumen como inapropiadamente como característica de la enfermedad) reduce la excreción renal de agua. En este escenario, aumentar la administración de líquidos hipotónicos orales puede conducir a hiponatremia, con morbilidad y mortalidad asociadas".

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El caso de intoxicación por hiperhidratación de esta paciente británica no es aislado. Más cercano en el tiempo nos encontramos con una noticia realmente escalofriante:

"Matan a su hijo de 11 años tras obligarle a beber agua durante cuatro horas", titulábamos en cope.es y cada línea, cada párrafo del relato estremece. Los hechos habían ocurrido en El Paso, Texas, Estados Unidos. El protagonista de la noticia es Zachary Sabin de tan solo 11 años al que su padre y la mujer de este, Ryan y Tara Sabin, habían obligado a beber diez litros de agua sin ingerir ningún alimento. Horas más tarde el pequeño fallecía echando espuma por la boca y después de vomitar y sufrir fuertes dolores de cabeza y piernas. La autopsia del pequeño Zachary reveló que además de la intoxicación por agua había sufrido todo tipo de maltratos ya que presentaba moratones y golpes en la cabeza, codos, piernas y glúteos. Sin duda es un caso extremo, pero a Zachary le mató el exceso de agua.

Hiponatremia, la falta de sodio que descompensa todo el organismo

Los textos médicos son claros al definir la hiponatremia, un grave problema de salud que se produce cuando la concentración de sodio en la sangre es anormalmente baja. El sodio es el electrolito que ayuda a regular la cantidad de agua que hay dentro y alrededor de las células.

Además el sodio tiene una función clave en nuestro organismo que es mantener la presión arterial normal y apoyar el trabajo de los nervios y los músculos, a la vez que regula la cantidad de líquidos en el cuerpo.

Por ello, en la hiponatremia, "el beber demasiada agua, hace que el sodio del cuerpo se diluya. Cuando esto sucede, los niveles de agua del cuerpo aumentan y las células comienzan a hincharse. Esta hinchazón puede provocar muchos problemas de salud, desde problemas leves hasta problemas que ponen en riesgo la vida". Sus síntomas pueden ir desde: náuseas y vómitos, dolor de cabeza, desorientación, pérdida de energía, mucho sueño y cansancio, agitación e irritabilidad, espasmos y calambres musculares, convulsiones y se puede llegar hasta el coma.

La edad, es uno de los factores de riesgo más claro para sufrir hiponatremia, entre otros motivos porque ya se toman medicamentos que pueden llevar a beber en exceso y por padecer alguna enfermedad crónica. Pero hay muchos más como practicar actividades físicas intensas que obligan a beber demasiada agua como correr en maratones. Por desgracia es célebre el suceso de la Maratón de Boston de 2002, en el que la atleta ecuatoriana Cynthia Lucero perdió la vida por el exceso de hidratación. La suerte y el ser atendido a tiempo evitó que el atleta neozelandés Craig Barret muriera después de sufrir un colapso, casi en la línea de meta, en los últimos kilómetros de la carrera de 50 km en los Commonwealth Games de 1998, debido al exceso de agua que había ingerido a lo largo de la prueba.

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¿Cuánta cantidad de agua debemos beber al día?

La pregunta, sin duda, merece una respuesta médica. El doctor Esteban Pérez Almeida, director médico del Grupo COPE, nos reponde que como "estamos en plena canícula, hay que hidratarse bien sobre todo los mayores, pero con precaución. ¿Cuánta agua debemos beber? Pues la cantidad idóneas sería entre un 1,8 litros o 2,5 litros al día, pasarse puede ser mortal y una sin razón".

Nos recuerda Pérez Almeida que "el ser humano es un organismo vivo como lo son las plantas que pueden morir por exceso o por defecto de agua, aunque suelen morir por defecto. En estos días tendremos golpes de calor y habrá personas que caigan por no haber bebido suficiente agua". Pero en el lado opuesto están también los que beben por exceso. ¿Qué es lo que pasa cuando una persona bebe mucha agua? Que "el organismo necesita de un equilibrio para mantener unos minerales como sodio, potasio, cloro... fundamentales para la actividad contráctil del músculo y hay que tenerlos en equilibrio. Cuando bebemos mucha agua estos minerales están más diluidos y su falta provoca alteraciones en tres niveles: en el cerebro ocasiona dolores de cabeza, vómitos y trastornos de la visión. También se dan trastornos a nivel cardiaco, alteraciones del ritmo cardiaco y a nivel respiratorio. Al final se produce un fracaso multiorgánico que puede llevar a la muerte" alerta el director médico de COPE.

La intoxicación hídrica nos puede matar, pero como subraya también el doctor Pérez Almeida, estamos en pleno verano y no beber tampoco nos va a hacer bien. Hay que hidratarse en su justa medida.

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