El paso que te saltas al hacer hamburguesas y que puede arruinarlas

Aunque parezcan fáciles de cocinar, te descubrimos los pasos que te saltas a la hora de preparar hamburguesas en casa y que, aunque no lo creas, arruinan completamente un plato que gusta a todos. Muchos creen que para una hamburguesa norteamericana se trata solo de freír la carne picada en la sartén y montarla en el pan al gusto de cada uno, pero preparar una buena hamburguesa requiere otros pasos que deberías incluir en tu receta. Un paso que los grandes chef urbanos de Nueva York o Chicago no se saltan

Por ejemplo, debemos tener en cuenta aspectos como el lugar en el que colocamos el queso o el tratamiento que le damos al filete de carne antes de que vaya directa al fuego y, de ahí hasta nuestro plato. Por ello, si eres un auténtico fan de este tipo de platos, no debes perderte estos trucos.

LA HAMBURGUESA, UN PLATO SIMPLE

El primer paso a la hora de empezar a preparar tu hamburguesa es tremendamente sencillo: compras la cantidad de carne picada adecuada para el número de comensales. Sin embargo, aunque algunos prefieren su hamburguesa con gran cantidad de carne, los expertos recomiendan que el máximo sea entre 150 y 200 gramos de carne por hamburguesa.

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Y es que no se trata de un capricho: cuanto mayor es el trozo de carne más difícil es que la carne quede jugosa dentro del filete al mismo tiempo que en su punto en la parte exterior. Igualmente, si queremos hacer una hamburguesa de pollo, los cocineros siempre aconsejan que, cuanto más fino es el filete, mejor.

EL ERROR QUE ESTROPEA TU HAMBURGUESA

Sin embargo, el mayor crimen que puedes cometer con tu hamburguesa es limitarte a amasarla, echarle sal y pimienta y darle forma. Si solo acometemos esos pasos, la carne puede quedar sabrosa, pero nunca adquirirá el sabor perfecto. Por lo tanto, ¿qué debemos hacer con la carne antes de echarla a la sartén?

Primero debemos introducir rebanadas de pan dentro de cuencos llenos de leche y dejarlas reposar durante un buen rato. El objetivo es reblandecer las migas antes de desmenuzarlas y mezclar la carne con ellas. No obstante, no es lo único que debemos hacer con la carne antes de pasarla por el fuego.

Cuando tengamos la carne bien mezclada con la miga del pan mojada en leche, rompemos un huevos sobre el filete y, con los dedos, combinamos la carne con la yema. Un movimiento en el que debemos emplearnos con detalle y cuidado un buen período de tiempo.

EL QUESO EN TU HAMBURGUESA, MÁS IMPORTANTE DE LO QUE PARECE

Otro paso importante que subrayan los cocineros expertos en la comida norteamericana es que debemos tener mucho cuidado con con donde ponemos el queso. Muchos amantes de la hamburguesa se limitan a depositar el queso encima de la carne cuando esta está a punto de salir de la sartén para que se derrita junto al filete y, después, añadirle condimentos como verduras o salsas.

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Es importante no cometer este último error porque puede echar a perder el pan de la hamburguesa. En particular la salsa puede reblandecer un pan ya de por sí más blande lo común y, para ello, es crucial que el queso haga de barrera para que cada ingrediente mantenga su sabor, ya sea en el pan de arriba o en el abajo.

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