¿Por qué no es buena idea hacerse un injerto capilar demasiado pronto?
Lo primero que debes saber es que el procedimiento no está exento de riesgo

¿Por qué no es buena idea hacerse un injerto capilar demasiado pronto?
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El ritmo de vida que llevamos lleva asociado la mala alimentación, el estrés y a todo esto hay que sumarle la genética. Los problemas de alopecia sigue siendo un problema que afecta a muchas personas, tanto mujeres como a hombres. A diario se pierden unos 50 cabellos de la cabeza, y nacen otros tantos; y cuando pierde ese equilibrio llega el problema. Por ello, son muchas las personas que optan por hacerse injertos capilares. Pero..¿cuándo es el mejor momento?. Y, sobre todo... ¿qué riesgos supondría llevar a cabo esta intervención demasiado pronto?, ¿qué edad es la idónea?
Lo primero que debes saber es que el procedimiento no está exento de riesgo ni tiene un 100% asegurado. Así lo advertía una experta. "Este procedimiento requiere, en primer lugar, de un diagnóstico del tipo de alopecia. Si el trasplante es posible, es necesaria una planificación, experiencia y conocimiento adecuados, un seguimiento y un tratamiento posterior. Esto deberá realizarse siempre, independientemente de que sea en clínica de bajo o alto coste. Hasta que no se comprenda esto, los pacientes están en riesgo de sufrir complicaciones (y decepciones) importantes".
Respecto a la edad mínima para llevar a cabo un injerto capilar, la edad mínima recomendable es en torno a los 25 o 27 años en los hombres y en torno a los 30 o 32 en mujeres. El motivo es que a partir de esa edad, la alopecia ya debería haberse manifestado. Si decides llevar a cabo esta intervención antes, corres el riesgo de que no sea igual de efectiva ya que no se habría frenado la retracción del pelo y va a volver a caerse.

En un trasplante capilar, también hay que tener en cuenta lo siguiente: en este tipo de operación se implantan alrededor de 8.000 folículos y el resto habría que cuidarlo con tratamientos médicos para que no desaparezcan totalmente. Por ello, es muy importante que seas constante y que sigas las recomendaciones de tu profesional médico.
Así lo explica el doctor Sergio Vañó, dermatólogo. "El trasplante de pelo no es un tratamiento curativo, porque si lo fuera el paciente ya no se tendría que preocupar más de su cabello. Y esto no es así. Una vez realizado el trasplante, hay que mantener el pelo que está alrededor de la zona trasplantada con el adecuado tratamiento médico". Y sobre todo, también hay que tomar la decisión con un detalle importante: es fundamental elegir adecuadamente a los profesionales que ejecuten esa intervención.
Sobre los riesgos específicos de la intervención, debes saber que existe la posibilidad de sufrir la deformación de las cicatrices que aparecen en la zona tratada. Cambios sensoriales, hinchazón y heridas, lesión nerviosa o dolor crónico.. son otras de las posibles secuelas que podrías sufrir durante un tiempo aunque algunas aparecen con menos frecuencia. También puede producirse una pérdida del pelo alrededor del área tratada y en la zona receptora del cabello los días posteriores a la intervención.
¿Qué otro tipo de tratamientos existen para el cabello?
El injerto capilar puede complementarse con otro tipo de tratamientos. Uno de ellos es la bioestimulación. Según diversos estudios, consigue frenar la caída del cabello y reactivar su crecimiento mediante la inyección en el cuero cabelludo de plasma rico en plaquetas que se habrán obtenido además de la sangre del mismo paciente aislando los factores de crecimiento. Otra alternativa es la de tomar pastillas anticaída, que han resultado más eficaces que las lociones.
Múltiples opciones, por tanto, que permiten prevenir y frenar la caída del cabello y como decíamos anteriormente es muy importante hacer este tipo de intervenciones cuando frene la retracción del pelo para que no vuelva a caerse.