¿Por qué es peligroso hacerse tatuajes en verano?
Hacerse un tatuaje siempre es un riesgo, pero en verano este peligro se duplica, mejor esperar al otoño
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Tatuarse en verano es un riesgo muy poco recomendable. A pesar de que es cuando más tiempo tenemos, el peligro de que se infecte es mucho más elevado que cuando es invierno, otoño o primavera. Calor, sudar, agua, sol... pueden estropear algo que es para toda la vida y que no tiene fácil solución.
Muchos tatuadores cierran en verano, ponen rebajas, o se niegan a realizar tatuajes excesivamente grandes, y su consejo siempre es esperar a septiembre o directamente a otoño.
Según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), en verano aumentan las posibilidades de contraer infecciones cutáneas por consecuencia de un tatuaje. Los médicos afirman que aumenta el número de visitas con este tipo de complicación a causa de un tatuaje en los meses de julio y agosto. Esto sucede incluso con tatuajes temporales hechos con henna negra, que pueden resultar en graves reacciones alérgicas. La henna natural es menos peligrosa.
Sudas más, y la piel se te puede irritar
Uno de los principales enemigos para los tatuajes es el sudor. En verano lo normal es estar todo el día empapado, con la necesidad de lavarse más a menudo. La higiene con la zona tatuada deber ser excepcional para que su curación no se vea afectada. Mantener alejado al sudor de los tatuajes, no es nada fácil.
No puedes bañarte
Los tatuajes también impiden que puedas bañarte en la playa o la piscina, sobre todo en el mar. Al menos no deberías mojar esa zona, algo tremendamente complicado. Esto durante el año no es mayor problema, pero en el verano muchos de tus amigos pasarán largas jornadas en la playa y un tatuaje te puede dejar fuera de este tipo de planes. La sal y la arena pueden infectar tu tatuaje.
Sol excesivo, malo para la piel y los tatuajes
No hay que olvidar que en esencia, los tatuajes son heridas, y tenemos que tratarlos como tal. Hay que curarlos, taparlos, y evitar que estén en contacto con superficies y materiales que puedan infectarlos. El sol es otro elemento dañino. El sol aclara los tatuajes, por lo que no es recomendable casi nunca. Las dos primeras semanas está terminalmente prohibido exponer el tatuaje al sol, a partir de ese perido sí que puedes ir haciéndolo, pero siempre con crema de protección solar.