Qué hacer y qué evitar ante una crisis epiléptica

Te explicamos cómo actuar cuando una persona sufre un ataque de epilepsia

Qué hacer y qué evitar ante una crisis epiléptica

Jaime Cervera

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

La epilepsia es una enfermedad neurológica que se manifiesta al producirse cambios repentinos en la interacción de las células del cerebro. Cuando esto ocurre, tienen lugar los llamados ataques o crisis epilépticas. Existen diversos tipos distintos de ataques, y a veces estos consisten simplemente en una cierta desorientación o en sensación de ausencia.

No obstante, tampoco son extrañas las crisis que presentan como síntomas la pérdida de conocimiento por parte del enfermo, a la que en ocasiones acompañan convulsiones musculares de diversa intensidad. Especialmente ante este segundo caso, es importante que las personas que rodean a la persona que está sufriendo una crisis sepan cómo reaccionar para ayudarle a sobrellevarla lo mejor posible.

En primer lugar, es importante desterrar el mito de que el modo de actuar ante un ataque convulsivo consiste en tratar de introducir un objeto (un bolígrafo, por ejemplo) en la boca del enfermo. Esto es peligroso tanto para la persona que sufre la crisis como para quien le socorre. El primero corre el riesgo de que el objeto introducido bloquee su vía respiratoria, mientras que el segundo, cuando las convulsiones son fuertes y cuesta dominar al enfermo, puede llegar a llevarse un mordisco involuntario. Este criterio se aplica igualmente si de lo que se trata es de intentar administrar un medicamento anticonvulsivo: no debe hacerse bajo ningún concepto.

También es importante recordar que, a pesar de lo fuertes que puedan ser los espasmos, no debe tratar de sujetarse al enfermo. En cambio, el protocolo dicta que los que socorren a la persona que sufre la crisis deben apartar de ella los objetos, muebles, etcétera con los que esta puede golpearse en medio de sus convulsiones. Además, sí se recomienda no mantener al enfermo de espaldas durante toda la crisis y, cuando esta termina, colocar al paciente en posición lateral de seguridad.

Otros consejos que conviene tener presente a la hora de prestar ayuda es poner algún objeto blando, como una almohada o una manta doblada, bajo la cabeza del enfermo, y aflojarle las prendas ceñidas (como el cinturón o la corbata). También es bueno explicar al resto de personas presentes la situación.

Muchas veces las crisis convulsivas no duran más de uno o dos minutos. En esos casos, basta con esperar a que finalicen. No obstante, si los espasmos se prolongan durante más de cinco minutos, es preciso llamar a una ambulancia. También debe contactarse con Emergencias en caso de que esa sea la primera crisis conocida que sufre esa persona.

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