Respirar por la nariz es más beneficioso que por la boca: Esta es la razón científica que lo avala

Es un proceso que nos acompaña desde que nacemos y por eso no le damos mucha importancia a su técnica, pero acostumbrarnos a respirar con la boca cerrada mejorará nuestra salud

Respirar por la nariz es más beneficioso que por la boca: Esta es la razón científica que lo avala

Belén Collado

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Respirar es algo innato y esencial para sobrevivir. Como es un proceso que nos ha acompañado desde nuestro primer minuto de vida no le solemos prestar mucha atención, pero está visto y comprobado que hay diferentes maneras de respirar. Así lo ponen de manifiesto muchas técnicas de relajación que usan la respiración profunda o la respiración diafragmática.

Pero más allá de eso, la ciencia también avala que no es igual de beneficioso respirar por la boca que por la nariz. Siempre se ha dicho que no es muy recomendable respirar con la boca abierta, pero seguramente casi nadie sabríamos decir el porqué. Pues bien, existe una razón científica que lo justifica.

Aunque vivamos en un lugar con baja contaminación, prácticamente nadie está exento de que junto al aire que respira también inhale cierta cantidad de partículas de polvo en suspensión, virus o bacterias que se terminarán acumulando en nuestras vías respiratorias, como recoge este artículo firmado por varias investigadoras del CSIC. Sin embargo, nuestro cuerpo es sabio y para evitar que esa acumulación sea un problema para el sistema respiratorio los pelos de la nariz (aunque nos suelan parecen bastante antiestéticos) sirven como una primera barrera contra las partículas más grandes. En segundo lugar, más arriba, existe una especie de membrana llamadas cilios.

¿Y qué hacen estos cilios? Son como unos pelos microscópicos que se ubican en la mucosa de las vías respiratorias y funcionan como un filtro del aire que inhalamos. Con un movimiento similar al de las cerdas de un cepillo al barrer, se agitan más de mil veces por minuto con el objetivo de evitar que cualquier partícula de hasta 0,5 mm de diámetro traspase la nariz y llegue a las vías altas. Al moverse a esa velocidad lo que hacen los cilios es desplazar hacia arriba la mucosidad que recubre la tráquea y así las partículas quedan pegadas a esa capa de mucosidad.

Esta barrera defensiva es exclusiva de la nariz, es decir, en el momento que respiremos por la boca no tendremos ningún mecanismo para evitar la entrada de virus o bacterias con el aire que respiramos. La boca está pensada básicamente para la ingesta de alimentos sólidos y líquidos, por eso no posee ninguna membrana capaz de filtrar el aire, como la nariz. Por consiguiente, es más aconsejable respirar por la nariz que por la boca, ya que de esta manera seremos mucho más capaces de evitar infecciones y virus.

Respirar por la boca también puede provocarte un mal alineamiento en tus dientes

Respirar de manera habitual por la boca puede deberse a factores genéticos, malos hábitos orales o problemas del sistema respiratorio como obstrucción nasal, desviación del tabique nasal, sinusitis o alergias respiratorias.

Aunque podemos pensar que no es muy grave respirar por la boca, no deberíamos restarle importancia, sobre todo, en edades tempranas. Y es que respirar por la boca puede cambiar la disposición de los huesos faciales en los niños. Además de provocar cambios en el desarrollo de los huesos maxilares y de la mandíbula, según un estudio estadounidense, también puede producir una mala oclusión, es decir, la boca no cierra de manera correcta debido a un mal alineamiento de los dientes.

Estos problemas de alineación, aparte de resultar en algunos casos poco estético, pueden desarrollar otras afecciones ya de adultos. Por ejemplo, molestias al masticar o dolores en el cuello. Incluso esos dolores de cabeza que a veces no sabemos por qué ocurren pueden venir de esa mala oclusión de la boca.

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