El riesgo de hacer el ayuno intermitente de forma descontrolada: tu cuerpo reacciona así al saltar una comida

Tu salud puede sufrir problemas al no llevar un ritmo continuado de alimentación, tanto a nivel físico como mental

Un plato con cubiertos

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La moda es cíclica y las dietas también. Algunas se van para volver a aparecer, otras siempre están presentes y, por otro lado, muchas personas optan por la suya propia. Aun así, como cada año, las milagrosas son las protagonistas principales, siempre aderezadas con nuevas corrientes que aseguran acabar con el sobrepeso y cualquier problema físico y espiritual que perturbe cualquier alma. Una de ellas es la del ayuno intermitente, que lleva entre nosotros ya varios años y también entraña algunos riesgos que no todo el mundo conoce.

Si alguna vez ha intentado perder peso, no está solo. En todo el mundo, casi dos de cada cinco personas intentan perder peso, y casi el 50% de los adultos estadounidenses han intentado perder peso en el último año. Sólo un 20% de ellos consiguen perder peso a largo plazo, lo que se define como una reducción del 10% del peso corporal, mantenida durante al menos un año, y las dietas de moda desempeñan un papel en ello. Eso sucede tras las fiestas, que buscan revertir las calorías y perder esos kilos de más que no son del todo recomendables.

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Una dieta que incluya ayunos intermitentes puede favorecer que el organismo ponga en marcha sus mecanismos para convertir las grasas en energía, para eliminar toxinas y para regenerar el organismo y prevenir enfermedades a través de la autofagia. Existen varias formas. La de las 14 horas, que se basa principalmente en cenar temprano, por ejemplo, sobre las 19:00 horas, y desayunar a las 9:00 horas de la mañana siguiente. De esta manera, se produce la cetosis que supone conseguir energía a partir de las grasas.

Los riesgos que tiene el ayuno intermitente en tu bienestar físico y mental

También hay otras fórmulas como la que durante cinco días a la semana se come normal y durante dos días se consumen como máximo 500 calorías o la más radical que supone que durante uno o dos días a la semana no se toman alimentos sólidos ni azúcares. Evidentemente, como con cualquier dieta, si se realiza algún tipo de ayuno intermitente con regularidad, es conveniente someterse al control de un especialista que valore la evolución de las distintas variables metabólicas. Si no lo haces, pueden aparecer diferentes problemas que pueden afectar a tu cuerpo, pero también a la mente.

Si te saltas una comida, sea el almuerzo o la cena, lo más posible es que, además de mucha hambre, sientas un irracional mal humor. También puede aumentar la probabilidad de comer en exceso después. Provoca que tu estrés se dispare, ya que tus niveles de cortisol se descontrolan. Lo más probable es que adelgaces, pero eso no quiere decir que alcances un balance correcto. Por ello, muchos médicos recomiendan que, en lugar de poner el foco en programar tus comidas, es más útil pensar en la calidad de los nutrientes.

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