Sale a la luz el motivo por el que Casillas no acudió al funeral del abuelo de Sara Carbonero
El portero dejó entrever en verano los malos momentos que estaba atravesando su relación sentimental con la periodista
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Sara Carbonero e Iker Casillas pasan páginas. Tras doce años de amor, la mediática pareja ha decidido emprender caminos separados. "El respeto, el afecto y la amistad permanecerán siempre. Nuestra prioridad es, desde el cariño y el compromiso, compartir el bienestar y la educación de nuestros hijos y protegerlos para que crezcan en un entorno estable y saludable", escribían ambos en sus respectivas cuentas de Instagram.
Unos audios del periodista Gustavo González publicados este lunes han dado a conocer nuevos detalles de cómo la relación se ha ido rompiendo hasta hacerse añicos. Y, como suele ser habitual, este devenir no ha sido fulminante. En aquella conversación, fechada en el pasado verano, Casillas ya dejaba entrever que su situación sentimental no era buena. “Cuando hablo con él en verano, él me niega separación. Pero le traiciona el subconsciente y cuando se publica la entrevista me llama y me dice: ‘que me ha llamado Sara’. Me reconoce que está en su pueblo y ella en el suyo”, explicó Gustavo González en el programa "Sálvame".
¿Y qué cuenta Casillas en esa entrevista que Sara Carbonero pide que no vea la luz? "La cabeza me ha cambiado porque lo que me ocurrió no sé si te hace más humano (...) Estas cosas en la vida te marcan, lo que te hacen es ser un poco más egoísta", asegura Casillas en la grabación a cuenta de las enfermedades que ambos han tenido que superar.
En un momento dado, Gustavo le pregunta sobre una hipotética separación. Iker esquiva la pregunta: "Mañana no sé qué va a pasar, a lo mejor en dos años nos separamos y me dices que yo no te he dicho que es no. Pero es dentro de dos años, no ahora, ¿sabes? Hay muchas cosas detrás (del matrimonio) no solo la imagen de Instagram, como yo digo".
En aquel momento, la relación parecía que ir a mejor. Pero en los arrebatos de sinceridad de Casillas se ven las costuras de una difícil situación sentimental. "Ahora está más contenta porque como yo no puedo pimplar, solo bebo buen vino", llega a decir. El momento más peliagudo llega cuando Casillas se sincera al decir por qué no pudo acudir al funeral por el abuelo de Sara Carbonero. La explicación es clara: "Tenía que ir a Oporto para hacerme el test de coronavirus. No pude estar. Sabíamos que estaba muy malito porque desde que se murió su abuela él se había ido apagando y entonces decidimos que Sara y los niños se fueran allí para estar cerca. No pude ir porque era la final de la Copa de Portugal y para entrar al estadio tenía que hacerme un test de coronavirus. Además, era mi último partido con el equipo y en activo y tenía que estar. Después de ese partido no pinto nada más en el fútbol. El que lo quiera entender bien y si no, me da igual”. No obstante, reconoce con una sinceridad que abruma que “la verdad es que he estado de un lado a otro e igual no he estado lo que tendría que haber estado al lado de Sara”.
ASÍ EMPRENDEN SARA E IKER SUS CAMINOS POR SEPARADO
Mientras Casillas ha decidido vivir en el centro de Madrid, Sara tiene ante sí un sinfín de nuevas oportunidades, proyectos e ilusiones que poner en marcha. Para empezar su marca de ropa. Este es uno de los planes de Sara que se afianza con el tiempo y que podría generar grandes satisfacciones a la periodista. Por otro lado, su reciente incorporación a Radio Marca es una realidad.
Desde que comenzase su andadura en las ondas deportivas, Sara ha estado en el candelero constantemente. Había muchas ganas de volver a presenciar su faceta periodística y, sin duda alguna, está siendo todo un éxito. También se ha llegado a escuchar algún rumor que indicaría una posible vuelta de Carbonero a la televisión en España. Una vuelta a los orígenes de la presentadora que podría ser todo un éxito y en la que sería acogida con los brazos abiertos por la audiencia.
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