Si tienes hambre, ¡come!; así es la alimentación intuitiva
No se trata de seguir una dieta que restrinja alimentos, consiste en comer de todo de una forma sana, comedida y consciente.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Hay quien vive en una eterna dieta, una esclavitud con el fin de no sumar unos kilos en la báscula que luego son muy difíciles de controlar. E este contexto surge la conocida como 'alimentación intuitiva' cuyo objeto es precisamente demostrar que se puede ser feliz y sentirse bien con uno mismo sin necesidad de recurrir a estas dietas. Es decir, no es cuestión de seguir una dieta que restrinja alimentos, consiste en comer de todo de una forma sana, comedida y consciente.
"Te ayuda a que vuelvas a conectarte con tu cuerpo y a conocer sus necesidades para mejorar tu salud e imagen propia de forma natural y sin restricciones y enseña a eliminar el comportamiento negativo de comer en exceso o a darse atracones con ciertos alimentos", según explican los expertos de Altrient que destacan algunos de sus beneficios:
Si tienes hambre, ¡come!
La principal razón por la que las dietas fallan es porque suelen dejarte con hambre y para saciarla, se come con ansiedad. Este tipo de alimentación te ayuda a saber qué alimentos escoger, en qué cantidades y tomar consciencia de cuando uno se ha saciado. Es importante dejar de contar calorías y aprender a construir platos equilibrados y completos.
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Disfruta de la comida
Compra alimentos de buena calidad en mercados y cocínalos utilizando especias para añadirles sabor. Ten un ritual de comida, adorna la mesa, haz un emplatado colorido y apetitoso y come sin prisas. Esto ayudará tener un equilibrio y a disfrutar del placer de los alimentos.
Diferencia las buenas opciones
Aunque la alimentación intuitiva no te impide darte ningún capricho momentáneo, es importante escoger ingredientes saludables y ricos en nutrientes y vitaminas. Apuesta por verduras y frutas de temporada, carnes magras, pescados y grasas saludables. Es un estilo de vida que te mantendrá en tu peso ideal de una forma sana, real y permanente.
Planifica un menú semanal
Si planificas las comidas semanales de manera consciente, te va a asegurar el éxito de una alimentación más saludable. Además, conseguirás comer mejor y ahorrar dinero. Si entre semana no tienes tiempo, siempre puedes recurrir al método batchcooking y, cocinar en pocas horas, la comida de toda la semana.
No confundas el hambre real con el emocional
El hambre emocional surge repentinamente y pide al organismo satisfacer esa “necesidad” con un alimento específico, que por lo general está asociado a dulces, patatas fritas, chucherías o comida rápida, en definitiva, a alimentos ricos en hidratos de carbono y en grasas. Nace como respuesta al malestar emocional y en vez de investigar qué es lo que nos afecta, se entierra comiendo. Lo interesante, además de poner freno a los excesos gastronómicos y regularlos, es investigar sólos o con ayuda profesional que nos está pasando, ponerle remedio si es posible y si no lo es asumirlo y tratar de superarlo.
Suplementa tu alimentación con Vitamina C
Es una de las vitaminas más demandadas por el organismo, especialmente en invierno, ya que, además de ser un potente antioxidante, ayuda a reforzar el sistema inmunológico. Una dosis extra de Vitamina C ayudará a aliviar los síntomas de un resfriado y a acortar su duración. El cuerpo no puede sintetizar la vitamina C, la tenemos que absorber y por lo tanto hay que utilizar suplementos nutritivos.