Trae comida sin pedir permiso a un bar y la dueña no da crédito a lo que le pide al irse: "Flipo"
La dueña del establecimiento narró la situación que vivió y, de manera unánime, ha recibido comentarios de apoyo
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Son infinitas las historias que suceden en los bares. Muchos españoles pasan buena parte de su tiempo de ocio en estos establecimientos y, con ello, pues se producen todo tipo de anécdotas. Las redes sociales nos permiten descubrir algunas de ellas. No obstante, no siempre son anécdotas (valga la redundancia) positivas y/o divertidas. Un ejemplo de ello es lo que denuncia la dueña de un bar en X, anteriormente Twitter.
En concreto, esta mujer indicaba lo que le pasó con cinco chicas que fueron a tomar algo a su establecimiento. Ya te adelanto que no suele ser lo habitual. Así arrancaba su explicación. "Ayer vinieron cinco chicas a tomar algo, consumieron 4, la 5 se trajo su comida y su botella de agua, ni pidió permiso, debe ser un merendero ahora mi curro y no me he enterado, el caso es que no la dije nada, era una hora tranquila".
Pero es que la historia no finalizaba aquí (que ya iba bien, por cierto), sino que, cuando el grupo se marchó del bar... pues la que no había gastado ni un céntimo le dio todos los restos de la comida para pedirle si podía tirar su propia basura.
"Cuando se iban me trae la bolsa con el envase y demás de lo que había comido y me dijo si podía dármelo para que lo tirara a la basura", relata. La respuesta de la dueña, como te podrás imaginar, le dijo que no. "Es que flipo, entras a mi bar, no saludas, no pides ni permiso, comes y bebes de fuera y encima que te lo tire", escribía, dejando clara su postura ante lo que le había ocurrido.
"Yo siempre pregunto", decía una usuaria
La publicación se ha convertido en viral, generando todo tipo de comentarios. Todos los usuarios, de manera unánime, le ha dado la razón. Salvo en un caso, en el que la persona relataba que su hijo tiene un trastorno alimenticio y tiene que llevar su comida... pero claro, siempre pide permiso.
"Mi hijo tiene un trastorno alimenticio y salvo contadas ocasiones, tengo que llevarle su comida. Mi costumbre nada más que piso el establecimiento es preguntar si podemos sentarnos y darle a él su tupper. Hay sitios que me lo permiten y otros que no, pero yo siempre pregunto", contaba.
La implacable reacción de una clienta por lo que le sirven en un bar
En el caso anterior, el mal rato se lo llevaba la dueña del bar. Sin embargo, no siempre es así. Los clientes también viven malas experiencias. Y si no que se lo digan a Lale, una señora que compartía lo que le ocurrió en uno de los muchos bares que tiene nuestro país. Fue en familia a tomar algo. Hasta aquí todo normal.
No obstante, el camarero le sirvió una ración que no le gustó en absoluto. Tienes el vídeo aquí para descubrir la historia completa.
"¿Esto son calamares? Esto son rosquillas de mi pueblo", decía indignada. "¡Que no, que no quiero esto!", seguía mientras movía el tenedor de un lado a otro y con un calamar ahí moviéndose al compás.
Lale iba con su hija. Estaba avergonzada. "Te van a escuchar", le advertía. La señora hacía oídos sordos. "¡Esto no es una ración de calamares! Por favor, señora, ¿esto son calamares?".