El truco definitivo para freír el pescado sin olor: En la misma sartén

Es uno de los alimentos más completos que existen, es muy nutritivo, rico en proteínas y minerales.

De todos los pescados, el blanco, tiene un contenido más bajo en grasas. En ellos se incluye el, lenguado, merluza, rodaballo o el abadejo, entre otros. Por su parte, pescados azules como el bocarte, bonito, caballa, salmón, la sardina o el , atún, tienen un contenido en grasa superior al 5 %.

Para conseguir un envejecimiento más saludable es fundamental una nutrición adecuada y los tipos de grasas que se ingieren resultan cruciales. "Cuando se produce un mayor consumo de pescado azul, con al menos dos raciones a la semana, y de aceite de oliva, mínimo dos cucharadas al día, es cuando se observa un envejecimiento más saludable", ha explicado Fernando Rodríguez Artalejo, profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid, quien ha señalado también cómo hay un efecto beneficioso en el consumo de pescado, tanto azul como blanco, cuando este es sometido a una fritura en aceite de oliva.

PREVENIR LOS MALOS OLORES

Sin embargo uno de los mayores handicap a la hora de cocinar pescado es el olor que impregan toda la casa, en especial determinados pescados como las sardinas.

Antes de ponernos manos a la obra, debemos abrir bien las ventanas y encender el extractor de humos. Este sencillo gesto ya nos facilitará en buena medida la tarea.

Otra manera de prevenirlo consiste en sumergir el pescado cuando está aún crudo en leche. Basta con hacerlo una media hora antes y alrededor de 10 minutos. Si lo vamos a freir es recomendable escurrirlo bien para que no salpique.

Antes de cocinarlo también puedes machacar un poco de jengibre ponerlo sobre el pescado, dejarlo reposar unos minutos y después lavarlo con agua fría.

CÁSCARAS DE LIMÓN O NARANJA

Mientras lo freimos podemos poner en el fuego de al lado una olla con agua y unas cáscaras de limón, naranja o un chorro de vinagre y llevarlo a ebullición de esta forma neutralizaremos en buena medida el mal olor.

UN AJO Y PIEL DE LIMÓN

Este método puede resultar más peregrino pero quienes lo han probado aseguran que funciona y que minimiza en buena medida el olor. Basta con añadir en la sartén donde vayamos a freir o hacer a la plancha el pescado, un trozo de piel de limón y un diente de ajo partido.

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LIMPIAR CON LIMÓN

Si ya lo hemos cocinado y el olor campa a sus anchas, puedes probar a hervir agua con zumo de un limón, junto con las cáscaras -también pueden ser las de una naranja o mandarina- y dos cucharadas de canela en polvo. Parecerá que estás haciendo un pastel de manzana al horno . Es un buen truco que se usa también para vender o alquilar casas, cuando llega el cliente y percibe este olor, la casa se ve más acogedora.

También puedes hacer algo similar con el horno, aunque con el precio de la luz en estos momentos quizás sea una opción menos aconsejable. En cualquier caso si optas por este método, solo tienes que poner unas ramitas de canela en la bandeja y hornearlas unos 5 minutos. Apaga el horno y abre a puerta.

Para deshacernos del olor a pescado no debemos olvidar que hay que limpiar a fondo la suciedad que haya podido dejar en las superficies y en los utensilios de cocina. No olvides que si quedan restos de pescado o su agua, se descompondrá y el olor será aún más intenso. ¿Cómo? Puedes exprimir un limón y limpiarlas con él.

Y si tampoco consigues elimininar el olor a pescado de tus manos, prueba a frotarlas con limón o vinagre.