Una universidad avisa de las horas exactas que un joven debe usar el móvil para no poner en riesgo su salud

El uso excesivo del móvil es uno de los grandes hándicap a los que se enfrentan los padres de hoy en día. La alta exposición a las pantallas restan la atención de pequeños y jóvenes en otras actividades que siempre han sido más propias de su edad y les genera algunos problemas.

En España nada menos que el 95% de los niños de 15 años ya tiene su propio móvil, según el INE. Ante esta realidad y la conciencia de que puede suponer un serio problema, han surgido iniciativas que buscan restringir su uso.

Es el caso de los centros educativos. En Madrid, Galicia y Castilla -La Mancha está prohibido, mientras que Andalucía y Cataluña están en vías de imponer medidas.

Sin embargo para muchos padres no es suficiente y piden una regulación más contundente. Así por ejemplo lo ven dos profesoras y madres que han recogido nada menos que 63.000 firmas que presentaron en el Congreso y pedir una ley que prohíba el móvil para menores de 14 años en todos los ámbitos debido a los efectos perjudiciales en cuanto a atención y el desarrollo pedagógico de los alumnos.

Las impulsoras son Ángela Sánchez-Pérez y Natalia Jiménez y reconocen haber observado en los últimos años "cosas muy graves que se tienen que conocer y limitar".

Hablamos de ciberbullying, depresión, insomnio o déficit de atención en los centros educativos.

Adictivos y fuera de edad

Y todo porque se está abriendo la puerta a contenidos "a los que madurativamente a estas edades no están preparados para gestionar". Contenidos que por otra parte son "muy adictivos", ha explicado Natalia a COPE.

A la par se ha extiendido desde Cataluña un movimiento surgido inicialmente en un grupo de Whatsapp de madres y padres de Barcelona que plantea rechazar la “normalización” de entregar un teléfono móvil inteligente a los niños a los 12 años, con el paso de la educación primaria a la secundaria.

Si los niños necesitan estar localizados porque a esa edad tienen mayor autonomía, existen los teléfonos que no son inteligentes.

Salud mental

En este sentido el psicólogo clínico Francisco Villar, especialista en conducta suicida en adolescentes está convencido de que la regulación por parte de la administración llegará.

Para que los menores no sean “devorados” por las pantallas, el especialista propone prohibir totalmente antes de los 16 años el acceso al teléfono inteligente. En esa edad ya se ha producido “un cambio evolutivo” en el proceso de maduración y se ha superado la edad de 14-15 años, la más crítica para la conducta suicida.

Esta conducta empieza habitualmente a los 10 o 11 años, llega al pico a los 14-15 y empieza a bajar a los 16-17 años; es muy diferente un adolescente de 12 y uno de 16, y para mi antes de los 16 sería innegociable un teléfono”, apostilla.

Ojo a su uso por más de cuatro horas

Si el menor ya tiene móvil, se puede controlar el tiempo de uso. En estudio del Centro Médico de la Universidad de Hanyang, Corea, con más de 50.000 adolescentes coreanos, ha demostrado que aquellos que usaban su móvil por más de 4 horas al día tenían tasas más altas de salud mental adversa - tasas más altas de estrés, pensamientos suicidas- y uso de sustancias.

Por el contrario los adolescentes que usaban un teléfono inteligente entre 1 y 2 horas al día encontraron menos problemas.

3 señales de alerta

Cómo saber que el móvil empieza a ser un problema para nuestros hijos? las cuenta la psicología infanto-juvenil, Alicia Sanzo.

1.- Cambios drásticos que vayan “más allá” de lo que habría sido normal en el entorno familiar.

2.- Llaman la atención frases como “sufro mucho”, “he pensado que mi vida no tiene sentido”, “siento que no valgo para nada” o “creo que mi cuerpo es horrible” de boca de jóvenes llenos de talento y oportunidades, pero que llegan a su consulta “con una autoestima bajísima”.

3.- Además debemos estar al tanto de lo que cuentan en sus redes sociales.- A menudo señalan indicios de conductas y en ellas pueden dejar alguna pista de lo que se pasa por su cabeza.

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