¿Cómo evitar atragantamientos?

Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo y, ahora, el Día de Reyes. A todo ello se unen cenas de empresa y amigos. Estas fechas son proclives para grandes comidas y cenas. Todo ello influye en que no solo comamos mucho, sino que no lo hagamos como debemos. 

Nos referimos a comer despacio, masticando bien los alimentos (lo cual ya es bueno de por sí para la salud). Este consejo sirve para todos los días del año, aunque en días como estos es más importante si cabe tenerlo en cuenta: somos muchos en la mesa, hay mucha emoción, jolgorio, hablamos mientras comemos, los niños corretean alrededor... Y todo eso afecta a cómo ingerimos los alimentos y puede acabar en una verdadera desgracia. Por eso, es clave atender a los siguientes consejos para no atragantarnos:

Nos atragantamos cuando un trozo de alimento se nos queda en las vías respiratorias, o en la garganta, impidiendo el paso del oxígeno a los pulmones y, en consecuencia, al cerebro. Y todos sabemos qué pasa cuando no llega el oxígeno al cerebro. Por ello: 

Pero si un colectivo es especialmente susceptible a estos accidentes son los niños. De hecho, casi el 11 por ciento de los fallecimientos infantiles son por asfixia por atragantamientos, según la Organización Mundial de la Salud. Los tres primeros consejos anteriores son aplicables a los más pequeños. Pero además: