EN 'LA LINTERNA'

Felipe IV no era un “Rey pasmado” como decía Torrente Ballester

El profesor, académico e investigador del CSIC Alfredo Alvar acaba de publicar el libro 'Felipe IV', en el que desmiente que el monarca fuese un Rey pasmado como escribió Torrente Ballester en su obra

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Torrente Ballester describió en 1989 'Crónica del Rey pasmado' la figura de Felipe IV, y muchos dijeron que era un Austria menor. Sin embargo, Alfredo Alvar, que este martes ha pasado por los micrófonos 'La Linterna' junto a Javier Redondo y José Antonio Martín Otín 'Petón', no está de acuerdo con el escritor ferrolano y defiende que Felipe IV no era grande (como se le conocía), “era inmenso”.

Gobernó un poco del planeta tierra de arriba abajo, de oriente a occidente y de norte a sur”, ha apuntado el académico. Aunque reconoce que este monarca perdió algún territorio durante su reinado “no perdió tantos como se dicen”. Felipe IV era un personaje “atormentado” sin llegar a ser “desgraciado”. Así vivirá su condición de hombre, pero no la de Rey, “el ser Rey lo llevará con orgullo y prestancia”, ha explicado Alfredo Alvar.

"Siempre ha habido insolidaridad desde las cortes catalanes con lo que le pide la monarquía

Además ha sido un rey muy maltratado por la historia. También conocido como El Rey Sol, será Luis XIV quien le usurpe este calificativo y todos los símbolos relacionados con ese título. Pero, a pesar de todos los desplantes que le ha dado la historia, durante su reinado en el año 1635, “la monarquía española fue la más poderosa sobre la faz de la tierra” ha sentenciado Alvar.

 

Levantamientos en Cataluña y Portugal

Sendos levantamientos en 1640 son algunos de los momentos más complicados que vive Felipe IV durante su reinado. Se trata de una época en la que no existe una nación española, sino “una monarquía española”, donde las gentes de las diferentes regiones bajo el poder del monarca son los “súbditos del rey de España”, explica el profesor Alvar.

El rey no alcanza a comprender estas sublevaciones. El levantamiento en Cataluña, conocido como Corpus de Sangre, fue especialmente doloroso para el monarca. Se trata de unos vasallos que se han sublevado y “eso es muy doloroso para un Rey”. “Siempre ha habido insolidaridad desde las cortes catalanas con lo que le pide la monarquía”, ha contado el académico.

Cuando se produce este levantamiento, desde su gabinete le recomiendan al monarca que arrase con todo pero él se niega, cuenta Alfredo Alvar. “No puedo abolir los fueros de Cataluña porque necesito a los catalanes” defendió Felipe IV en aquel momento.

 

Rivalidad con el Conde Duque de Olivares

Durante mucho tiempo se ha dicho que el Conde Duque de Olivares ha eclipsado la figura de Felipe IV. Sin embargo, Alfredo Alvar ha explicado que lo que ha tapado la figura del monarca han sido las numerosas biografías que se han publicado sobre el noble. Hasta la publicación de este libro 'Felipe IV El Grande' no existía ninguna biografía que abarcase desde su nacimiento hasta su muerte y no goza de ese “peso” literario.

El profesor Alvar no se aventura a afirmar en qué medida influyó el Conde Duque de Olivares en Felipe IV, sin embargo aclara que sí lo hizo, pues, además de “doblarlo en edad”, el uno “ya está corrido de la vida y quiere ascender socialmente” y para ello “se vale del rey” que todavía está aprendiendo.

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