CONTADO EN TIEMPO DE JUEGO
Así se vivieron los robos, los altercados y la mala organización en la final de la Champions
José Luis Corrochano ha contado en 'Tiempo de Juego' como jóvenes franceses se colaron sin entrada en el Stade de France, robos a los aficionados y la mala seguridad en la final.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La final de la Champions de 2022 tuvo dos ímagenes: la deportiva y la extradeportiva. Dentro del Stade de France se podía ver en las gradas a gente sentada encima de otra y ocupando las escaleras. En los alrededores del estadio, había varios jovenes franceses de unos 13-14 años de edad, dando vueltas constantemente, así ha informado José Luis Corrochano en, enviado especial de la Cadena COPE a París, en 'Tiempo de Juego'. Los adolescentes que consiguieron colarse dentro del campo pasaron un arco de seguridad que solo se podía cruzar teniendo entrada para la final. Una vez pasado el arco de seguridad la intención de los jóvenes era saltar las vallas.
Se vieron largas colas, de más de una hora, y una mala organización, lo que llevó a que el partido comenzase 36 minutos tarde. Los nervios comenzaron a aumentar entre los aficionados debido a que iba a comenzar el duelo y no estaban en su asiento. Los agentes de seguridad cuando vieron que no podían normalizar la situación abrieron las puertas y una vez abiertas los asistentes sin entradas se colaron hacia el estadio provocando una tensión altísima.
La afición del Real Madrid entró casi con tiempo al Stade de France, ya que la fan zone se encontraba a 15 minutos andando del campo. Sin embargo, la afición del Liverpool estaba a 45 minutos en metro. Además, para los ingleses fue una situación terrible, ya que chicas tenían la cara llena de gas pimienta, aficionados con los ojos llorosos y gente mayor acudió con niños.
Los madridistas salieron con mucho miedo del Stade France. Por la zona de los puentes, los jóvenes volvieron a robar y además, se ponían cascos de motoristas para evitar los golpes de la policía. Esto es una práctica habitual en el barrio francés de Saint-Denis siendo un problema grave de seguridad.
Los taxis fueron otro de los problemas de la final, los taxistas preguntaban a los aficionados que iban al Stade de France si les dejaban ver su entrada. Además, solo se podía pagar en efectivo no con tarjeta. A tres aficionados que iban a hoteles diferentes les cobraron 100 euros a uno, 85 euros a otro y al tercero 80 euros.