La actuación de Alaska y Mario Vaquerizo protagoniza la previa de la final de la Copa del Rey

Este sábado se disputa la final de la Copa del Rey en el Estadio de La Cartuja en Sevilla entre el Betis y el Valencia. Antes de este encuentro, los artistas Alaska y Mario Vaquerizo protagonizaron la previa del encuentro al interpretar diferentes canciones desde el centro del campo.

Entre esas canciones sonó el himno de la Copa del Rey 'Celebrar es ganar'.

Para esta final también se ha creado un nuevo himno de la Copa del Rey, titulado 'Celebrar es ganar' y que interpretaron, entre otras canciones y justo antes de que saltaran los jugadores al césped, en un escenario habilitado en el centro del terreno de juego de La Cartuja Olvido Gara 'Alaska' y Mario Vaquerizo, una iniciativa que empezó a fraguarse las pasadas Navidades.

Todo ello para dar paso a un partido en el que el Valencia busca su noveno título, el último precisamente conseguido en el campo del Betis, el Benito Villamarín, en 2019 ante el Barcelona, y el conjunto verdiblanco su tercero tras el logrado en 2005 en el ya desaparecido Vicente Calderón de Madrid ante Osasuna.

La lluvia dio una tregua para la gran fiesta

La lluvia, que desde el viernes ha sido constante en Sevilla y que ha mojado a los aficionados del Betis y del Valencia en las vísperas de la final de la Copa de Rey que se disputa este sábado en La Cartuja, quiso dar una tregua conforme se acercó la hora del partido y contribuyó así a la gran fiesta que se desarrolló en el estadio hispalense durante los prolegómenos de la cita.

Si durante la noche del viernes y la mañana del sábado miles seguidores de los dos equipos ya se hacían notar por distintos barrios de la capital andaluza, siempre con ganas de fiesta pero con la incomodidad de la lluvia, unas tres horas antes del inicio de encuentro salió el sol para que fuera mas apacible el traslado al estadio, que tenía agotado el papel en sus cerca de 60.000 localidades.

Ese fue el momento en el que se abrieron las puertas de La Cartuja para que accediera el público y así hubiera tiempo suficiente para acercarse al recinto paulatinamente y evitar aglomeraciones de última hora, para lo que la Federación Española (RFEF) organizó un programa de animación de tres horas de duración con el que hacer amena la espera de la salida al césped de los jugadores.

Hubo juegos para las aficiones y entretenimiento musical en un programa lúdico conducido por el presentador jiennense de televisión y radio Jota Abril, quien contó con el DJ Luis de Frutos y que intercaló entrevistas y reportajes audiovisuales.

También hubo conexiones con zonas exteriores del estadio donde aún quedaban hinchas de los dos equipos, todo ello proyectado en las pantallas de vídeo del estadio, en la que se pudieron ver diversas zonas del recinto deportivo.

El grueso de la afición valencianista queda situada en la zona norte y la bética en el sur, que dieron el característico matiz de sus colores con el que inundaron las gradas.

Para esta final, la RFEF ofreció a cada club el 40 por ciento del aforo, con entradas que oscilaron entre los 30 euros -con visibilidad reducida- y los 222 euros para un partido que es transmitido en directo en más de 160 países y que es, según anunció la Federación, la final más seguida de la historia internacionalmente.