Cristiano Ronaldo vive sus peores momentos en la selección a las puertas del Mundial de Qatar

Tensión con su compañero Bruno Fernandes

Llega Bruno Fernandes al centro de entrenamiento de Portugal. Cristiano Ronaldo le ofrece la mano al que todavía es su compañero del equipo en el United y Bruno tarda unos segundos en responder. Al final la estrecha, pero la imagen desprende de todo menos calidez. Es el reflejo de un vestuario fracturado por la decisión de Cristiano de agitar todo el Manchester United con una entrevista incendiaria. Mientras Cristiano publica fotos con algunos compañeros de selección, otros como Bruno Fernandes tuercen el gesto.

Malas caras con Cancelo

Ese no fue el único momento de tensión relacionado con Cristiano Ronaldo durante las últimas horas en la concentración de Portugal. En el entrenamiento de esta mañana se pudo ver como el jugador del Manchester City, Joao Cancelo, también protagonizó un momento complicado con el delantero, todavía del Manchester City.

Durante una jugada de dicho entrenamiento, Cancelo puso malas caras a Cristiano y el ariete tuvo que ir a intentar solucionar el problemas con su compañero de selección.

Fotos con sus compañeros

Mientras que Cristiano protagoniza esos momentos con Bruno o con Cancelo, también muestra cordialidad y normalidad con otros de sus compañeros. En una fotografía compartida en redes sociales, CR posa junto a Vitinha, Diogo Dalot, Pepe y José al término de un entrenamiento.

El futuro de Cristiano va a depender de lo que ocurra en Qatar, en la que va a ser su última oportunidad de levantar la Copa del Mundo, 16 años después de ser elegido el mejor jugador joven del Mundial de Alemania.

Existen dudas respecto a su estado físico. Dudas comprensibles, porque Cristiano solo ha metido tres tantos esta campaña, dos de ellos en Europa League y uno en la Premier League, y porque no ha tenido continuidad sobre el terreno de juego. De hecho, el momento elegido para las declaraciones de Cristiano brilla por su preparación. Tras su castigo por desobedecer a Ten Hag había sido titular en cuatro encuentros seguidos y fue hasta capitán. Ni siquiera este gesto sirvió para tranquilizar al portugués, que tenía guardada la ira desde el verano.