Disfraces, máscaras y caretas, en el foco de la inspección de Consumo por Halloween
La Dirección General de Consumo recuerda que debe leerse detenidamente el etiquetado y las advertencias de seguridad, así como denunciar si se detecta algún artículo inseguro.
Almería - Publicado el - Actualizado
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Ante la cercanía de la celebración de Halloween, la Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía recuerda a las personas consumidoras y usuarias, que deben tener en cuenta una serie de aspectos esenciales de seguridad a la hora de comprar disfraces, caretas, máscaras y similares.
Estos artículos, utilizados sobre todo por las personas más jóvenes, deben cumplir una serie de requisitos de información y seguridad, y por ello la Dirección General de Consumo intensifica en estas fechas la campaña autonómica inspectora de disfraces, máscaras y caretas, al igual que se hizo en las fechas cercanas al carnaval. En total, a lo largo del año se prevé la inspección de al menos 176 productos.
Debemos poner especial cuidado si estos artículos van destinados a menores, y para ello es fundamental elegir un disfraz que sea adecuado para la edad.
El principal elemento en el que debemos fijarnos es la etiqueta, la cual debe leerse detenidamente. Se trata de la primera fuente de información que tiene la persona consumidora, donde se detalla la edad recomendada del artículo, los consejos de seguridad y la empresa responsable del producto.
Hay que recordar que aquellos productos que vayan a ser empleados por personas menores de 14 años y que se comercialicen en la Unión Europea tienen que llevar el marcado CE, ya que tienen la consideración de juguetes.
Las instrucciones de uso y las advertencias de seguridad son una información imprescindible antes de adquirir o usar un disfraz, máscara, careta o artículo relacionado. Por ejemplo, en el caso de las máscaras, debemos asegurarnos de que presentan suficientes orificios de ventilación. Los disfraces para el público infantil no pueden contener piezas pequeñas, bordes cortantes o cordones en la zona del cuello, para evitar posibles casos de asfixia o atragantamiento y cortes.
El etiquetado del producto también es imprescindible si se va a adquirir y emplear maquillaje. Esta etiqueta detalla la denominación del producto, datos de la empresa fabricante o responsable, fecha de caducidad o precauciones, debiendo figurar también la lista de ingredientes, una información a tener en cuenta para evitar posibles alergias. En cuanto a las lentillas, deben ser adquiridas en establecimientos con personal cualificado y contar con etiquetado en español.
Se recuerda también a las personas consumidoras que, si observan o compran un producto que pudiera considerarse inseguro, deben denunciarlo ante la Administración de Consumo detallando el lugar donde fue adquirido y aportando, a ser posible, facturas y otras pruebas. La falta de información en la etiqueta del producto debe alertar a los consumidores para ello deben de prestar atención a la existencia en la etiqueta de denominación del producto, marca, lote, referencia, empresa responsable, lugar de fabricación o importación.
Como personas consumidoras responsables, si sucediera cualquier accidente en el uso de un disfraz tenemos el compromiso social de manifestarlo a la Administración de Consumo para evitar que se repitan los mismos.
CONSUMO RESPONDE
Ante cualquier duda o consulta en materia de consumo, la ciudadanía puede contactar con Consumo Responde, un servicio gratuito de información y asesoramiento a las personas consumidoras y usuarias, impulsado por la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía. Se trata de un servicio multicanal, al que se puede acceder de forma continuada a través del número de teléfono 900 21 50 80, de la página www.consumoresponde.es, del correo consumoresponde@juntadeandalucia.es; y de los perfiles de Twitter (@consumoresponde), Facebook (www.facebook.com/consumoresponde) e Instagram (@consumoresponde).
También se puede recibir asesoramiento en los Servicios Provinciales de Consumo de las delegaciones territoriales de Salud y Consumo presentes en todas las capitales de provincia, así como en las Oficinas Municipales de Información al Consumidor (OMIC), y en las organizaciones de personas consumidoras y usuarias.