ANDALUCÍA AL NATURAL
Luces y sombras de los encurtidos
Son una buena opción como aperitivo al ser bajos en calorías y se estudia su efecto probiótico. Cuidado con la sal y los potenciadores del sabor.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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¿Eres de los que no pasan sin el aperitivo a media mañana? Según la OCU, los encurtidos son una buena opción ya que tienen más nutrientes y menos calorías que el resto de tentempiés. No obstante, suelen llevar bastante sal así que, si eres hipertenso, debes tener muchísimo cuidado.
En la sección 'Al Súper COPE' del programa 'Andalucía al Natural', analizamos las luces y sombras de los encurtidos.
La nutricionista y experta en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, María Dolores Rubio Escobar, ha destacado que en consulta se encuentra con muchos mitos y desconocimiento sobre la idoneidad de comer este tipo de productos.
Rubio Escobar ha explicado que “encurtir es someter a un vegetal a la acción del ácido, acidificarlo”. Existen dos maneras de conseguir bajar el PH: por un lado, “ añadiendo sal para que ocurra una fermentación” y, por otro lado, “incluyendo ácido acético o vinagre”.
MÁS PROS QUE CONTRAS
La experta en nutrición ha señalado que gracias al proceso de encurtir, “se nos conserva el producto y será ventajoso a la hora de evitar una intoxicación alimentaria”. Otra ventaja de los encurtidos- aunque está en estudio- “podría ser el efecto probiótico sobre las bacterias que viven en nuestro intestino”. Y, es indudable “su bajo valor calórico porque los vegetales están compuestos sobre todo por agua”.
Hoy en día, ha indicado Rubio Escobar, podemos encontrar una gran variedad en nuestro mercado: “brotes de soja, zanahorias, remolacha, ajo, pimientos, guindillas, alcaparras y altramuces, muy conocidos en Andalucía donde se suelen poner como tapa”.
También se venden encurtidas las cebollas, los pepinillos y las aceitunas. Éstas últimas “no tienen tanta cantidad de grasa como la que se usan para extraer el aceite”. A su parecer, “el problema de las aceitunas no es la grasa si no la cantidad de sal que puedan llevar”. Por eso, las personas con tensión alta tienen que cuidarse y no ingerir una cantidad altísima de encurtidos. Rubio Escobar aconseja “ponerlos a remojo con agua una hora antes de tomarlos” al tiempo que desaconseja comprar aquellos que contengan “potenciadores del sabor”. Para ello, recomienda a los consumidores “mirar bien las etiquetas y, si compramos a granel, pedir que no lleven”. Aún así, deja claro que “esta dosis es segura pero no es necesaria”.