Una mujer va a una playa de Almería y lo que hace al llegar deja atónitos a los bañistas: "Campeona olímpica"

Aunque el verano empezó más fresco de lo habitual, son varias las olas de calor que han pasado por la península tras alcanzar el ecuador de agosto. En Andalucía es donde más acostumbrados están a las altas temperaturas, pero eso no evita que en provincias como Almería se den imágenes como esta que representan lo que significa ir a la playa.

Un total de 118 personas han fallecido en Andalucía desde que comenzó el verano el pasado por causas relacionadas con el calor, según estimaciones realizadas por el sistema de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas elaboradas por el Instituto de Salud Carlos III.

El 26 de julio, el 2 y el 5 de agosto se computaron cinco cada uno de los días. Estos días coinciden en el calendario con las jornadas con mayores temperaturas en Andalucía, que ya ha sufrido cuatro olas de calor entre julio y lo que va de agosto.

En todo el país han sido 1.770 las defunciones. Pero por extraño que parezca, las altas temperaturas no matan por igual en todos los territorios. Según certifican varios estudios, las ciudades españolas donde se registran picos más extremos de temperatura no son las que acumulan más muertes por calor.

El calor

La tasa de mortalidad asociada al calor extremo es más alta en las provincias de Ourense y Zamora que en Málaga, Granada o Almería, aunque en estas últimas localidades los termómetros alcancen algunas de las cifras más altas de toda la Península Ibérica. El ejemplo paradigmático son las ciudades andaluzas.

Estos municipios situados en el sur de España son los que, año tras año, registran las temperaturas más altas de toda la Península Ibérica y hasta acumulan buena parte de los récords de calor estatales. Aun así, son de las últimas en encender las alertas por calor.

En Córdoba, Sevilla y Jaén, por ejemplo, la alerta por altas temperaturas se activa a partir de los 40 grados porque es entonces cuando, según certifican los registros, se detecta un aumento de la mortalidad en su población. El antídoto de estas localidades contra el calor extremo pasa porque sus ciudadanos están acostumbrados a vivir con estas cifras.

Además, el calor está tan integrado en la cultura local que los hábitos de la gente, su día a día y hasta sus hogares están pensados para resistir de la mejor manera posible al calor. Sobre todo en el caso de las personas mayores. También se trata de poblaciones que saben que no hay que exponerse al sol directo durante los momentos más calurosos del día.

El ejemplo de una señora

Con las temperaturas por las nubes y las olas de calor sin dar un respiro, escaparse a la piscina o a la playa es uno de los planes más comunes para intentar combatir el calor. Pero en algunos arenales es toda una experiencia de riesgo, como muestra este vídeo en Almería con una señora como protagonista.

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Hay que tener cuidado y llevar la protección adecuada porque los rayos del sol pueden quemar nuestra piel y provocar enfermedades. Pero también hay que hacer un ejercicio de resistencia como el de esta mujer sobre las arenas de esta playa almeriense para poder darse un buen chapuzón refrescante.