El análisis del Cádiz CF: Cervera y la proeza de un Cádiz de Primera

A todos los que alguna vez dudaron de lo que podía dar este Cádiz en Primera División, y a todos los que no tenían claro si Álvaro Cervera podía conseguir dos ascensos y dejar al Cádiz en la máxima categoría, les invitamos a que echen un vistazo a la clasificación.

Porque aunque la permanencia aún no está conseguida, a nadie se le escapa que este Cádiz está a paso y medio de certificarla. Dos victorias seguidas ante equipos de nivel, Valencia y Getafe, permiten soñar a un equipo que sigue rindiendo a un nivel excelso y que hace todo lo que le pide su entrenador, el gran artífice de todo esto; Álvaro Cervera.

Otro triunfo 'made in Cervera', con el libro de estilo del técnico amarillo. Haciendo todo lo que pide, trabajando atrás, luchando, siendo sobrino y buscando esa pizca de suerte que siempre hace falta. Sin un jugador capital como Álex, futbolistas como Sobrino, Fali o José Mari se erigen como fundamentales con la ayuda en la portería de un Conan Ledesma que está a su mejor nivel.

Un guión perfecto

Rubén Sobrino era la gran novedad del Cádiz frente al Getafe. El delantero volvía al equipo amarillo tras no poder jugar frente al Valencia por la cláusula en su contrato. Con Sobrino, el Cádiz volvía a su 4-4-2 habitual con Negredo algo más adelantado y una línea de cuatro con Perea, Salvi, Jonsson y José Mari.

Sabiendo el peligro de jugadores como Aleñá y Mata arriba, el Cádiz comenzaba muy enchufado el partido sabiendo qué hacer en cada momento. Jonsson casi adelantaba a los suyos después de una clara ocasión del Getafe que salvó Negredo bajo palos. Los dos equipos iban claramente a por el partido hasta que a la media hora los ánimos se calmaban.

El Cádiz se amarraba bien atrás e impedía el juego por el centro de un Getafe que no encontraba huecos para atacar la defensa cadista. El tiempo pasaba y el partido se tranquilizaba por momentos a la espera de algún error de los dos equipos que no llegaba.

Una pizca de suerte

El Cádiz frenaba bien las internadas del Getafe. Solo algún disparo lejano y la capacidad de Mata, al que se unió posterirmente la del delantero canario Ángel. El partido estaba en esa sensación de igualdad en la que todos sabían que un gol marcaría el encuentro y desnivelaría esa balanza.

Y así fue. Un centro de Espino al que no llegaba Sobrino acababa en gol gracias a Timor. Gol para los amarillos y ahora a defender con uñas y dientes un resultado muy valioso. Cervera movía rápidamente el banquillo metiendo a Mauro y Malbasic por Fali y Salvi, ambos tocados.

Antes del gol, el entrenador ya movía el árbol con la entrada de Alejo y Jairo por Perea y Negredo. El Cádiz jugaba con Jairo de enganche, Salvi en la izquierda y Alejo en la derecha. Con la salida del campo del sanluqueño, el futbolista canario se ubicaba en su posición original, el costazo izquierdo, mientras que Malbasic acompañaba arriba a Sobrino con Alejo en la derecha.

El trabajo en defensa

El útimo cambio de Cervera era la entrada de Choco Lozano por un cansado Sobrino. El hondureño reaparecía tras un tiempo lesionado y con él en el campo, el entrenador buscaba velocidad arriba y tener más posesión en el campo.

El partido menguaba y el Getafe apretaba pero la victoria no se iba a escapar. Un centro por la derecha casi lo remataba Ángel y alguna ocasión más la salvaba un Conan Ledesma excelso. Los amarillos se defendían bien sin demasiados apuros.

El problema, tal y como explicaba Cervera tras el partido, es que a este Cádiz le falta calidad con el balón en los pies. Los amarillos no eran capaces de generar contras ante un Getafe volcado. Solo la que tuvo Alejo en el último segundo con un disparo al larguero fue la oportunidad más clara para los amarillos. "Tenemos que generar más para evitar que los rivales nos ataquen con tranquilidad", decía Cervera tras el partido. Y es que esa falta de capacidad para generar más en ataque es el único lunar que se le puede poner a este equipo.

Un Cádiz que ya tiene prácticamente conseguida la permanencia a falta de un par de puntos más. Sin salirse de su guion, sabiendo lo que tiene que hacer. Un estilo sobrino, laborioso y sobre todo muy trabajado. Creyendo siempre en lo que quiere su entrenador, un Álvaro Cervera que es el gran artífice de esta nueva proeza amarilla.

También te puede interesar:

Getafe - Cádiz: A un suspiro de la salvación (0-1)

El Cádiz no emprenderá acciones legales por el momento tras demostrarse la inocencia de Juan Cala