Cádiz CF
La otra crónica del Cádiz 1-1 Elche, por Pepe Ortega
Empate amargo para un Cádiz que necesitaba los tres puntos para dar un golpe sobre la mesa y para presionar al resto de equipos con los que comparte objetivo
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Sin duda, el empate del Cádiz ayer frente al Elche en el Nuevo Mirandilla tiene muchas lecturas, la más leída: el error de Iglesias Villanueva, árbitro VAR, en la jugada del gol ilicitano por claro fuera de juego de Ponce. Una jugada que no debió de subir al marcador, pero que castigó al Cádiz, de nuevo, por una segunda parte donde reinó la falta de concentración y ni los cambios estuvieron al nivel ni la dirección de Sergio González desde el banquillo estuvo acertada. Aunque no fue el único punto de inflexión del encuentro, la lesión en el aductor de Fali, otra más del zaguero valenciano, fue una baja notable para lo que restaba de partido. Un ejemplo claro de ello fue lo que sucedió mientras se preparaba su cambio: Momo, que llevaba en la banda 5 minutos, no estaba listo para ingresar al campo y el Elche, que aprovechó que el Cádiz estaba con diez sobre el verde, gozó de tres ocasiones claras: un palo y dos disparos que pudo despejar Conan Ledesma. Es inadmisible que los jugadores de banquillo no estén listos para entrar al campo en cualquier momento y que por estas circunstancias el equipo rival pueda marcarte un tanto.
El partido era de vital importancia: si el Cádiz ganaba, salía de la zona roja de descenso, se colocaba en la décimo cuarta posición y hundía, más si cabe, al Elche. Era esa clase de partidos que, durante las últimas temporadas, le ha costado al Cádiz CF sacar adelante más de la cuenta. Pero la afición, a pesar de ser un lunes a las nueve de la noche, otro horario más terrible, no falló. Los amarillos empezaron bien. Con intensidad. Tanta que en el minuto 7’, el mejor jugador del Cádiz, Brian Ocampo, hizo uno de sus goles marca de la casa: conducción hacia dentro en el pico del área y chut con pierna derecha directamente a la escuadra. Esta vez sí, esta vez subió al marcador. El uruguayo es la alegría de la Bahía, el desequilibrio, el diferente. Es el “ohhh” del Nuevo Mirandilla. Su compromiso es tremendo: en defensa brega como el que más. Siete de ocho duelos ganados para un jugador de su posición y estilo son cifras espectaculares. La otra cara de la moneda está clara: algo ve Sergio en él para sustituirlo en minuto 60. El uruguayo tan solo ha completado los 90 minutos en dos ocasiones en Liga y ha sido sustituido antes del 75’ en 8 de 10 ocasiones que ha salido como titular. Llama la atención del jugador con más peligro del ataque y más cuando su recambio no da un nivel mínimo.
Pero se lesionó Fali, entró Momo que volvía de lesión, y le empezaron a salir las cosas al Elche. Las ocasiones de gol le suben la moral a los ilicitanos, que se vieron capaces de hacerle daño a un Cádiz que salió desconcentrado en la segunda mitad. Sergio González comenzó con el carrusel de cambios para evitar un empate que se olía venir desde San Fernando. Entró Alejo, que no estuvo acertado a pesar de colgar dos buenos balones; Youba Diarra, que no parece mejorar lo que había por el momento; Arzamendia, que pasó a jugar por delante del Pacha Espino; y Álvaro Negredo. Un banquillo que no está a la altura de un equipo de primera división que lucha por permanecer en la categoría. Aún así, antes del pitido final, Rubén Sobrino iba a gozar de un balón tocado de tacón por Álvaro Negredo que no consiguió conectar bien con el interior de su bota.
Empate amargo para un Cádiz que necesitaba los tres puntos para dar un golpe sobre la mesa y para presionar al resto de equipos con los que comparte objetivo. Un punto marcado, sin ninguna duda, por el gol en fuera de juego, pero que también señala la falta de fondo de armario y la necesidad de fichar urgentemente. El error del colegiado no puede desviar esta obligación y la directiva ya va tarde. 17 de enero y solo ha llegado Youba Diarra con un nivel discutible y Parra. El cadista tan solo piensa que estos dos puntos no se vengan a la memoria en junio.