El Cabildo Catedral de Córdoba restaura el altar de Santa Marta tras dos años de intervención

Los trabajos han sido sufragados por la institución Capitular con un presupuesto de casi 100.000 euros

Fran Durán

Córdoba - Publicado el - Actualizado

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Cuando paseamos por la Mezquita-Catedral podemos observar distintas intervenciones que se encuentran protegidas de cara al público. Es el caso del altar de Santa Marta, que ha estado dos años oculta debido a los trabajos de restauración a la que se ha sometido. Se trata de una obra de Juan de Ortuño realizada en 1602 que el paso del tiempo ha conseguido deteriorarla.

El Cabildo Catedral ha dado por concluida su restauración. La pieza, de madera tallada y dorada, presenta unas dimensiones de 6,20 metros de altura por 4,10 de ancho. Se encuentra sobre el muro oriental que abrió Almanzor en su ampliación, teniendo a su derecha los altares de San Sebastián y Santísimo Cristo del Punto.

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Detectada la inestabilidad del retablo en mayo de 2020, con daños por ataque de xilófagos, humedad en el soporte y desprendimientos generalizados en el dorado, se inició el proyecto para la restauración del mismo, comenzándose por estudiar y analizar las patologías de la pieza, que determinaron la necesidad de realizar el desmontaje completo para consolidar el reverso y afianzar su anclaje. Aprobado el proyecto por parte del Cabildo y de las autoridades competentes en el año 2021, se iniciaron las tareas de catalogación, desmontaje y posterior traslado al taller, certificándose los efectos de su avanzado estado de deterioro.

En este momento se pudo llevar a cabo un reconocimiento más exhaustivo del material empleado en la obra, evaluando las diferentes técnicas de tratamiento para la elección del método más idóneo. La recuperación de todos los elementos decorativos, constructivos o estructurales se ha basado en tratamientos específicos que han vuelto a proporcionar el grado de consolidación y resistencia necesaria para la función que deben desarrollar, paralizándose el deterioro que sufría mediante la consolidación estructural de los elementos fracturados y erosionados por los avatares del tiempo, la eliminación de los depósitos inorgánicos, que actuaban como retenedores de humedad, y la posterior reintegración de material. Todas las fases han sido documentadas desde el comienzo de los trabajos hasta su finalización.

En su intervención, el deán-presidente de la institución, Joaquín Alberto Nieva, destacó que “esta nueva restauración pone de manifiesto nuevamente la eficacia del sistema de gestión del Cabildo, que incluye excelentes profesionales y técnicos restauradores, para conservar este altar.

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