El proyecto SMATCAR construye un tramo de carretera en Rabanales con materiales reciclados
Gracias a unos sensores que se han incorporado, se monitorizarán diferentes características de las mezclas como la temperatura y humedad del interior entre otros parámetros
Madrid - Publicado el - Actualizado
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En España, las carreteras de hormigón no están muy extendidas, a pesar de ser más duraderas y de requerir menos mantenimiento que las de asfalto. Pero la fabricación del hormigón consume muchos recursos naturales, como árido de ríos o rocas de canteras, y la producción del cemento que necesita genera grandes emisiones de CO2. El proyecto Smatcar, del que es investigador principal en Córdoba el investigador de la UCO Francisco Agrela, del grupo "Ingeniería de la Construcción", y en el que también participan los equipos de César Medina (investigador principal), Mª Isabel Sánchez de Rojas y Javier Ordóñez de la Universidad de Extremadura, del Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja del CSIC y de la Universidad de Granada, respectivamente, busca una alternativa al hormigón tradicional que sea menos contaminante y en la que se revalorice residuos que no tienen un uso determinado terminando habitualmente en vertederos.
Con este objetivo han construido un tramo de carreteras de hormigón en el campus universitario Rabanales, en Córdoba, con materiales más sostenibles sustituyendo el árido natural y el cemento por los residuos de construcción y demolición y las cenizas de biomasa. De esta forma consiguen reducir el impacto medioambiental que supone la fabricación del hormigón convencional y se favorece la economía circular. La carretera construida en Rabanales consta de siete mezclas diferentes de hormigón previamente ensayadas en laboratorio.
Al menos durante un año y medio y gracias a unos sensores que se han incorporado, se monitorizarán diferentes características de las mezclas como la temperatura y humedad del interior, los cambios dimensionales, las grietas o la durabilidad y resistencia mecánica. Así se podrá valorar cómo afecta diferentes niveles de tráfico rodado a las mezclas de hormigón a través de pruebas reales de paso de maquinaria, vehículos utilitarios, etc.