La obsolescencia programada ha venido para quedarse: arreglar o reciclar los dispositivos electrónicos que ya no usamos
El VI Congreso Nacional de Residuos Eléctricos y Electrónicos ha culminado en Córdoba con más de 300 congresistas de toda España
Córdoba - Publicado el - Actualizado
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El Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones de Córdoba (CEFC) ha acogido en Córdoba el VI Congreso Nacional de Gestión de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE), en el que 300 congresistas han debatido durante dos días sobre la situación del sector y las importantes modificaciones normativas que está viviendo, la importancia de las políticas de reciclaje y reutilización para la protección del medio ambiente; la colaboración público-privada y la relevancia de llevar a cabo campañas de concienciación ciudadana.
El VI Congreso ha estado organizado por OfiRaee, la Oficina de Coordinación de RAEE en España que agrupa a los principales sistemas colectivos de responsabilidad ampliada del productor (SCRAP) de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos en el país, la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente, y la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP). El encuentro ha contado, además, con la colaboración del Ayuntamiento de Córdoba y de Sadeco.
objetivo: poder cumplir la normativa europea
España y Andalucía están, en este momento, trabajando para hacer llegar a la población las formas de reciclaje de este tipo de dispositivos electrónicos. El objetivo es cumplir con la normativa europea, recientemente endurecida, que obliga a los países a alcanzar determinado porcentaje de residuos en sus territorios. "Es un porcentaje que se está cumpliendo poco a poco. Veníamos del 45% de reciclaje obligatorio y ahora se ha puesto en el 65% del volumen, en término de peso. Si no lo cumplimos, podríamos incluso tener que enfrentar sanciones por parte de la comisión al reino de España y a todos los agentes que estamos involucrados" , explica a COPE el presidente de OfiRAEE, José Pérez.
Para mejorar la eficiencia, el Congreso ha introducido una ponencia sobre Inteligencia Artificial. "Ya hemos iniciado algún proyecto de investigación de IA en procesos de planta y de tratamiento, aunque aún no hay resultados prácticos. Estamos convencidos de que hará aportaciones importantes en el proceso tecnológico", asegura Pérez.
Y NOSOTROS, ¿QUÉ PODEMOS HACER?
El Congreso ha salido, por primera vez, a la calle. En diversas zonas de la ciudad se han instalado puntos de formación para, por ejemplo, explicar cómo se pueden reparar los dispositivos electrónicos y eléctricos. "Queremos concienciar en la reutilización, que no hagamos lo fácil, que es tirar el producto y comprar uno nuevo, y que lo arreglemos. Hay que involucrar a la ciudadanía", demanda Pérez.
Además, desde OfiRAEE explican que los dispositivos se pueden entregar en el mismo comercio que se adquirieron. Es lo que recibe el nombre de "1x1". Pero también existe el 1X0, que consiste en que "una tienda de más de 400 metros cuadrados, la tienda tiene la obligación de recepcionarlo, aunque no hayas comprado nada allí", explica Alfredo Golsávez, director general de la Federación Española de Comerciantes de Electrodomésticos.
"Hay un principio básico: quien contamina, paga. La evolución de ese principio derivó en lo que se denomina la responsabilidad ampliada del productor. Debe asumir los costes financieros y la responsabilidad de la gestión de ese producto cuando se convierte en un residuo. Para derivar esa responsabilidad, los productores se pueden atener a los sistemas colectivos de responsabilidad del productor, que es lo que hacemos nosotros", explica Andreu Vila, vicepresidente de OfiRAEE.
EL VIAJE DEL RESIDUO UNA VEZ RECICLADO
La variedad de dispositivos eléctricos y electrónicos es muy amplía. Por ello, la logística que sigue el residuo una vez depositado en un punto limpio, también es muy variada. No obstante, en términos generales, "cuando recogemos el producto o una cuba con un montón de productos, se lleva a un almacén para consolidar cantidades. De ahí, va a una planta de almacenamiento y tratamiento. Se descontamina y pasa por procesos tecnológicos muy variados de trituración y separación de materiales con aire. Con esto, conseguimos descontaminar y recuperar materiales", desarrolla Pérez.