El ciberacoso, una amenaza silenciosa que sigue creciendo en la sociedad
Uno de los datos más preocupantes es que muchas víctimas no comunican su situación
Córdoba - Publicado el - Actualizado
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El ciberacoso es una realidad que sigue en aumento, a menudo de manera silenciosa y sin que la víctima lo comunique. Así lo advierten expertos como Blanca Álvarez Turrado, una de las autoras de un estudio reciente sobre esta problemática, y Juan Jesús Alcántara, agente coordinador del Operativo de Agentes Tutores de la Policía Local de Córdoba. Ambos coinciden en que los casos de ciberacoso son más frecuentes de lo que la sociedad percibe y destacan la importancia de la prevención y la concienciación.
Un problema más extendido de lo que se cree
Según el estudio en el que ha trabajado Blanca Álvarez, el ciberacoso es una problemática que ha crecido exponencialmente con la digitalización y el acceso temprano de los menores a internet. "Uno de los datos más preocupantes es que muchas víctimas no comunican su situación, lo que hace que el problema se agrave con el tiempo", explica la investigadora.
Equipo encargado del estudio
El acoso digital puede presentarse de múltiples formas: insultos, amenazas, difusión de imágenes sin consentimiento o incluso exclusión en redes sociales. "El anonimato y la inmediatez de las plataformas digitales hacen que los agresores se sientan impunes, y las víctimas, en muchos casos, se ven atrapadas sin saber cómo actuar", añade Álvarez Turrado.
A pesar de los esfuerzos por visibilizar el problema, todavía hay una falta de concienciación generalizada sobre sus consecuencias. "No se trata solo de un problema juvenil. Aunque los adolescentes son los más afectados, también se dan casos en adultos e incluso en entornos laborales", señala.
Los Agentes Tutores y su labor en la prevención
Juan Jesús Alcántara, agente coordinador del Operativo de Agentes Tutores de la Policía Local de Córdoba, confirma que el ciberacoso es una realidad más común de lo que se piensa. "A menudo, los casos que salen a la luz son solo la punta del iceberg. Existen muchas víctimas que no se atreven a denunciar por miedo o vergüenza", afirma.
Juan Jesús Alcántara
Desde el operativo que coordina, se han implementado charlas en distintos centros educativos, desde colegios hasta universidades, además de intervenciones en el centro penitenciario, con el objetivo de informar y prevenir el ciberacoso. "Nuestro trabajo se centra en la educación, en alertar sobre los peligros de internet y en enseñar a los jóvenes a utilizar las redes sociales de manera segura", explica Alcántara.
Además, insiste en que uno de los puntos clave para detectar casos de ciberacoso es prestar atención a los cambios en la conducta de los menores. "Si un niño o adolescente se muestra más retraído, ansioso o cambia sus hábitos de manera repentina, es fundamental que padres y profesores estén atentos. Muchas veces, estos signos pueden estar relacionados con una situación de acoso online", advierte.
La importancia de la comunicación y la educación
Tanto los estudios como la experiencia en el campo reflejan que la prevención es la mejor herramienta contra el ciberacoso. "Es imprescindible que desde pequeños los niños aprendan a desenvolverse en el mundo digital con responsabilidad. La educación en el uso de internet debe ser una prioridad, tanto en casa como en los colegios", señala Blanca Álvarez Turrado.
En este sentido, los Agentes Tutores trabajan en estrategias didácticas adaptadas a cada edad. "En las charlas que impartimos en los centros educativos, explicamos a los jóvenes qué pueden hacer si son víctimas de ciberacoso y a quién pueden acudir. También trabajamos con los agresores para hacerles entender el impacto de sus acciones y corregir su comportamiento", comenta Juan Jesús Alcántara.
Además, se recomienda a los padres que establezcan un diálogo abierto con sus hijos sobre el uso de internet y las redes sociales. "No se trata de prohibir o restringir, sino de enseñarles a utilizarlas de forma segura y responsable. Deben saber que pueden acudir a sus familias si algo les preocupa", añade Alcántara.
El papel de la denuncia y el apoyo a las víctimas
Uno de los grandes retos del ciberacoso es la dificultad para que las víctimas denuncien. "El miedo a represalias o a no ser creídas hace que muchas personas guarden silencio", comenta Álvarez Turrado. Es por ello que desde las instituciones se insiste en la importancia de informar sobre los recursos disponibles y en fomentar un entorno seguro donde la víctima pueda expresarse sin miedo.
"Las denuncias no solo sirven para actuar sobre un caso concreto, sino que ayudan a generar conciencia y a poner en marcha medidas de prevención más efectivas", concluye Alcántara.
El ciberacoso sigue siendo un problema latente en la sociedad, pero con educación, comunicación y concienciación, se pueden dar pasos firmes hacia su erradicación. Mientras tanto, los expertos insisten en la necesidad de estar alerta y apoyar a quienes lo sufren, porque la mejor manera de combatirlo es, sin duda, no ignorarlo.