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Crónica de una sequía anunciada: así viven 80.000 vecinos en Córdoba sin agua potable en el grifo
COPE se adentra en las causas y consecuencias de la falta de agua potable en el grifo de 14 municipios del norte de la provincia, que acumulan ya más de medio año en esta situación
Córdoba - Publicado el - Actualizado
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9 de abril de 2023, el pantano de Sierra Boyera se seca. Es el embalse que ha dado agua hasta entonces a las 80.000 personas que hacen vida en los pueblos del norte de la provincia de Córdoba. Era una sequía anunciada. Por eso, en el año 2006 se termina de construir un embalse alternativo, el de La Colada, pensado para dar agua si llegaba una situación extrema de sequía.
Así viven 80.000 vecinos de la provincia de Córdoba
"Estamos viviendo un problema que es fruto de la mala decisión de la Junta de Andalucía hace 15 años, cuando gobernaba el Partido Socialista. La Agencia Andaluza del Agua se encargaba por entonces de hacer las conexiones. Comenzó las obras en el año 2007 y luego las abandonó, sin haberlas terminado todavía, en 2009 por motivos económicos ajenos. Al mismo tiempo, el Gobierno de Aznar construyó la presa de La Colada, que desde entonces solo ha sido una enorme piscina que no estaba cumpliendo su función por la paralización de aquellas obras de conexión entre embalses", expresa Adolfo Molina, delegado de la Junta de Andalucía en Córdoba.
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No es hasta el año 2020 cuando empiezan a escucharse que La Colada puede ser realmente una alternativa para el consumo humano. Pero hay un problema. Las tuberías que debían llevar el agua desde La Colada hasta la potabilizadora de Sierra Boyera no están terminadas. Aún restan 5 kilómetros de conducciones que, desde 2009, nadie ha reparado en construir.
Durante el verano de 2021, las administraciones, Gobierno Central y Junta de Andalucía, saben que hay que terminarlo con urgencia. De lo contrario, el norte de la provincia de Córdoba no tendrá agua en el grifo. Se construyen esos 5 kilómetros de tuberías provisionales, y comienza el bombeo de agua de un embalse a otro en marzo de 2023. "No es una instalación definitiva, los cables se enrollan en algún momento y las bombas se paralizan. Las obras que se van a poner en marcha ahora sí permitirán coger el agua en la torre de tomas, no solo en superficie, como ocurre ahora", explica Manuel López, coordinador de Aguas en la delegación de la Junta.
El agua deja de ser potable
Solo un mes después, llega el varapalo: el agua de La Colada no se puede beber, no es potable porque supera los niveles de toxicidad y residuos permitidos. Anabel tiene tres hijos y vive en Añora, uno de los 14 pueblos afectados. Es un pequeño municipio, de 1.500 habitantes. Allí, como en el resto, comienzan a llegar camiones cisternas diarios para llevar, como antiguamente, agua potable a los vecinos a razón de 5 litros por día. Niños en colegios, ancianos con problemas de movilidad, deben hacerse a la idea de la nueva vida sin agua en el grifo. "Los primeros días estábamos en shock, era increíble. Nos preguntábamos como era posible, íbamos a comprar garrafas y el precio estaba desorbitado y no había escasez. Con los niños siempre hay que llevar una botella, pero no podíamos rellenarla en cualquier sitio y eso genera impaciencia en los niños", relata.
Los Ayuntamientos municipales activan un plan para los mayores. Habrá personas, como Ángel, concejal del Consistorio, que les lleven el agua a casa. "Es una gran satisfacción lo que se siente. A veces, nos preguntaban que cuánto dinero tenían que darnos por llevarles el agua, les decíamos que nada, por supuesto. Es bonito ver que se acuerdan de ti ahora cuando vas a sus casas, al final somos todos vecinos de un pueblo muy pequeño", manifiesta.
El agua no se puede consumir, tampoco se puede utilizar para cocina. Sale turbia, pero aún sirve para ducha y limpieza. "A pesar de que podemos ducharnos con ella, da un poco de asco. Trato de duchar a los niños rápido y reutilizar ese agua para el baño", cuenta Anabel. Los vecinos no entienden qué ocurre, qué hay que hacer para arreglar el problema y cuándo volverán a abrir el grifo, llenar el vaso y beber. Es la Junta de Andalucía la que ahora se afana en, con 11 millones de euros, asegurar que las tuberías van a funcionar a largo plazo, sin averías y con energía suficiente para bombear hasta 600 litros por segundo.
Otros cuatro millones de euros financiados por la institución regional que ha salido al rescate de la Diputación provincial, irán a parar a la limpieza del agua, a la limpieza de las algas que han proliferado en el agua.
El agua y los animales: el peso de la ganadería en la provincia
Ocurre con esta agua algo interesante y es que, a pesar de que los humanos no pueden consumirla, por suerte, sí es apta para que la beban los animales. Explica por qué Juan Ramón Villegas, jefe de Agricultura en la Junta: "Los parámetros no son los mismos para humanos que para animales. No les daríamos ese agua si pudiese ocasionarles algún problema, todo eso está regulado. De hecho, el agua no es potable porque el Gobierno cambió los parámetros en enero de 2023, si no, se podría consumir".
El peso económico del sector del vacuno de leche es Córdoba es enorme. Hay 300 ganaderos trabajando en el norte que producen la mitad del valor económico de toda la ganadería de la provincia. El sector ovino es el más grande de toda Andalucía. Para evitar que los residuos que generan vayan a parar a esa agua que hace falta para los humanos, hay un plan en marcha. A quien no lo cumple, se le sanciona: de momento, hay 12 explotaciones en la provincia que han recibido una amonestación.
La solución al problema estructural del agua en el norte de la provincia pasa, además de por esa conexión entre embalses, por otra conexión con un embalse que contiene agua de mejor calidad: el de Puente Nuevo. Así lo están reclamando todos los alcaldes de los pueblos afectados. Bartolomé Madrid, alcalde de Añora, justifica que "hay un acuerdo sobre cuál es la solución, pero no sobre a quién hay que pedírsela". También lo está reclamando al Gobierno Central, que es quien tiene las competencias en materia de aguas.
Más de medio año sin agua, con un problema acuciante de sequía, un embalse que ya es un secarral y otro que está contaminado. Vecinos haciéndose a la situación y administraciones actuando de urgencia para devolver, cuanto antes, la vida, el elemento esencial, el agua, a la normalidad.