El 43º Festival de la Guitarra de Córdoba cierra con un balance de más de 24.200 espectadores

El 43º Festival de la Guitarra de Córdoba ha concluido, dejando tras de sí una estela de vibrantes actuaciones y actividades culturales. Durante diez días, la ciudad se llenó de acordes, ritmos y melodías, con un total de 31 espectáculos que ofrecieron una amplia variedad de estilos y artistas.

Isabel Albás, teniente de alcalde de Cultura y presidenta del Instituto Municipal de las Artes Escénicas (IMAE), calificó el evento como "altamente productivo", en un año en el que ha girado en torno a la conmemoración del 150 aniversario del pintor cordobés Julio Romero de Torres como un acto central del festival.

La directora artística del IMAE, Ana Linares, compartió la satisfacción general: "Esperamos que este festival haya servido para que nuestros ciudadanos lo conozcan, también la gente de fuera. Estamos muy contentos, muy satisfechos del trabajo bien hecho". El evento comenzó con un concierto del grupo sueco Europe y concluyó el sábado 13 de julio con las actuaciones del compositor y multiinstrumentista brasileño Egberto Gismonti, la danza de Valeriano Paños, la guitarra de Miguel Trápaga, y las bandas de rock Eclipse y Doro.

Diversidad de escenarios y artistas

La oferta ha estado repartida por distintos escenarios como el Gran Teatro de Córdoba, La Axerquía, el Teatro Góngora, el Patio Barroco de la Diputación, el Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral, el Museo Julio Romero de Torres, la Casa Árabe y la Posada del Potro. El programa incluyó actuaciones simultáneas y paralelas, permitiendo a los asistentes elegir entre diversas opciones cada día. Este formato dinámico y flexible fue uno de los aspectos más elogiados por el público y los artistas.

Gran Acogida y participación

La participación del público fue notablemente alta, reflejando el éxito de la organización y la calidad de los espectáculos. Albás comentó que el balance de los conciertos fue muy positivo, destacando la diversidad de los contenidos y la excelente respuesta del público. "Hemos hecho realidad los objetivos marcados", añadió, señalando que la iniciativa ha consolidado aún más el festival como un referente cultural en el inicio del verano cordobés.

Ana Linares también resaltó la importancia del festival para la promoción cultural de Córdoba, atrayendo tanto a locales como a visitantes de fuera de la ciudad. "El festival no solo celebra la guitarra, sino que también es una plataforma para la interacción cultural y el intercambio artístico", afirmó.

Para todos los gustos

El festival de este año buscó abarcar una amplia gama de estilos musicales, desde el rock hasta la música clásica y el flamenco, pasando por la música contemporánea y el heavy metal. Esta diversidad se reflejó en la selección de artistas, que incluyó tanto a talentos emergentes como a figuras consagradas. Las actuaciones de Egberto Gismonti, conocido por su virtuosismo y versatilidad, y de Doro, la reina del heavy metal, fueron especialmente destacadas por su calidad y energía

.El futuro

Ya se pone las miras en la próxima edición con la idea de innovar y mejorar, según Albás y Linares, que expresaron el compromiso para seguir trabajando y mantener el nivel de un festival que va camino del medio siglo de vida.