La historia de Serafín y su lucha contra un tumor cerebral con tan solo 8 años: "un campeón"
La humanización durante su estancia ha sido clave para avanzar en su tratamiento y para desdramatizar su estancia en el hospital y la de sus familiares
Córdoba - Publicado el
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Serafín es un niño de 8 años y que con tan solo 7 fue diagnosticado por Meduloblastoma, un tumor cerebral canceroso que comienza en la parte posterior e inferior del cerebro. En COPE hemos hablado con Lidia Caballero, una madre de todo un campeón, que demuestra a diario su valentía por afrontar un difícil obstáculo que se ha encontrado en su corta vida.
Lidia ha asegurado que "el día que conocimos el diagnóstico, un 18 de mayo de 2022, se nos cayó el mundo. Es tanta la información que tienes que asimilar que te bloqueas y no aceptas ni el consuelo ni la ayuda de nadie. Algo que he aprendido con esta difícil situación por la que estamos atravesando es que en la vida, ante las adversidades que no podemos controlar, debemos ocuparnos y no preocuparnos, porque es la única manera de hacerle frente y seguir avanzando".
Aquel 18 de mayo Serafín tuvo tuvo que ser ingresado para comenzar su duro tratamiento y eso obligó a pasar un mes y medio en el hospital. "Fue un momento muy difícil aquel mes y medio", asegura Lidia. Muchos profesionales se acercaban a darnos palabras de ánimo pero en esos momentos, o al menos en mi caso, no quería escuchar a nadie. Pero después de aceptar la enfermedad de Serafín puedo decir que han sido un gran apoyo y ahora mismo tenemos otra familia en nuestras vidas".
Si el 18 de mayo fue una fecha que para Lidia quedó marcado en su calendario, después llegó otra, el 26 de mayo, día en el que fue intervenido. Después llegó el verano y tuvo que soportar 6 semanas de radioterapia y quimioterapia. Después en el mes de septiembre empezó con ciclos de quimioterapia, en total ocho.
Después de todo este peregrinar durante el 2022 y parte del 2023, Serafín pudo tocar el 3 de mayo la campana que lo convierte en todo un campeón, porque significa que ha finalizado los tratamientos. Lo peor ha pasado ya, pero Serafín tiene que seguir asistiendo a revisiones en las que se le somete a una resonancia y a unas analíticas para que el equipo médico pueda asegurar que todo va bien.
Lidia ha querido transmitir la gran ayuda que ha supuesto durante todos estos meses todas las actividades motivacionales que ha realizado todas las personas implicadas en esta Unidad. "No puedo explicar lo que ha supuesto para nosotros y para el resto de niños y familias que se han encontrado o se encuentran ahora mismo en la situación por la que nosostros hemos pasado. Sin ellos todo hubiera sido más díficil, es más, han sido nuestra salvación", asegura Lidia.
NIÑOS HOSPITALIZADOS
Para que todos los niños que se encuentran hospitalizados o tienen que seguir visitando el centro hospitalario para continuar con su tratamiento, desde la Unidad de Actividades Motivacionales, con la colaboración de profesionales y colectivos, organizan una batería de actividades siempre teniendo como protagonistas a los más pequeños y sus familias. Es lo que nos ha contado Ana Calvo, responsable de esta Unidad.
La Unidad de Actividades Motivacionales del Hospital Reina Sofía se creó en el año 2000, y desde entonces se han llevado a cabo muchas actividades lúdicas a través de payasos, magia o teatro de guiñol entre otros. "También contamos con talleres de gastronomía, musicales, nutricionales, didácticas o incluso visitas muy especiales de bomberos o policías".
Ana afirma que "el juego, la motivación, la risa, la música, el entretenimiento son indispensables para un desarrollo armónico de su personalidad, y ésta no se puede frustrar por el ingreso del niño en un Hospital. El niño juega con sus amigos, celebra cumpleaños, asiste a la feria, participa en las diversas fiestas durante el año...De esta manera conseguimos que el Centro Hospitalario sea una prolongación de la vida del niño en el exterior. Al mismo tiempo personalizamos al máximo estas actividades, ya que la hospitalización constituye una crisis vital en sus vidas; de ahí la necesidad de estar constantemente innovándolas".
En el centro hospitalario de la capital también los pequeños cuentan con la visita del Drs.de la RISA, que pasan por las habitaciones de los niños que van a ser intervenidos quirúrgicamente, con el objetivo de desdramatizar la situación de los pequeños, y así de esta forma elevar el ánimo antes de entrar en quirófano. Otra de las actividades que ayuda muchísimo tanto a los niños ingresados como a sus familias es el cine con el que cuenta el Hospital.
LOS ESTUDIOS
Los estudios existentes demuestran que en la relación niño-ingreso hospitalario, es necesaria la planificación y ejecución de actividades lúdicas en función de cada proceso de salud. Con la metodología activa-participativa, la evolución hacia la mejoría en el proceso de salud del niño es una realidad. Se consigue un alto grado de satisfacción entre el niño, la familia y las personas que lo atienden.
La Unidad de Actividades Motivacionales de nuestro Hospital ha ido año tras año superándose, a través de innovaciones, siempre pensando que los niños ingresados tengan una estancia en nuestro Hospital lo más normalizada posible. Los niños ingresados en hospitales, que desarrollan actividades lúdicas, de entretenimiento, didácticas, etc., agilizan su curación. A la intervención diaria en el cuidado del niño, le añadimos un plus más, en relación a que el niño ocupe esas horas de inactividad que ha de pasar en el Hospital, con variedad de actividades, en las que el protagonista es él.
AVANCES EN LA ATENCIÓN AL PACIENTE PEDIÁTRICO
Entre los avances en la atención al paciente pediátrico en los últimos tiempos destaca la acogida quirúrgica, que permite que en un momento de especial estrés y nerviosismo como es el ingreso la familia pueda ser atendida personalmente en un espacio íntimo y amable donde los profesionales de Enfermería explican el proceso a seguir durante el ingreso y qué profesionales les van a acompañar.
Finalmente, la humanización es parte del tratamiento, porque ayuda a la aceptación y superación de los procesos patológicos y porque, en muchos casos, la estancia se prolonga y las familias y los niños y niñas tienen que vivir su paso por el hospital como algo normal. Aquí es fundamental la participación de los profesionales que, con su implicación y buen hacer, ayudan a generar recuerdos positivos, un trabajo que cada año realizan con unos 1.700 menores hospitalizados y 26.000 en consultas de especialista.